Aprendemos los números: ¡Cada mariquita en su hojita!

Un estupendo recurso para trabajar en el aula y que está al alcance de todos es  utilizar los elementos que nos proporciona la naturaleza como hojas, piedras, ramitas, caracolas vacías, conchas de mar, etc… Además pasaréis con ellos un excelente rato al aire libre.

En esta ocasión vamos a trabajar con unas piedras, con las que prepararemos estas graciosas mariquitas con las que nuestros peques van a aprender los números.

Para hacerlas necesitaremos 10 piedras más bien planas y de tamaño similar (si queréis trabajar más números podéis recoger más), y una vez las tengamos las limpiaremos de restos de tierra.

Cuando están secas, les daremos a los peques pintura roja (témpera) y con un pincel las pintarán. Y cuando la pintura se haya secado utilizaremos un rotulador negro grueso y permanente con el que pintaremos puntos en cada una de ellas.

En una pintaremos uno, en otra dos, en otra tres, y así sucesivamente, de manera que cuando acabemos cada una de nuestras mariquitas tenga un número determinado de puntos del uno al diez.

Para acabar de hacerlas, si son piedras grandes podremos darle un toque muy vivaracho pegando unos ojos móviles que siempre quedan bien y a los niños les gustan mucho.

Una vez las tenemos listas, hemos de preparar por otro lado diez trocitos de cartulina en forma de hoja de árbol, y en cada uno de ellos escribiremos un número del 1 al 10.

Cuándo tenemos todo el material preparado, iniciamos la actividad extendiendo en una mesa todas las hojas con los números a la vista y les diremos a los niños que cada mariquita tiene su casa en su hoja correspondiente. Ellos han de colocarlas bien para que estén contentas.

Así que les damos a los niños de uno en uno una de las mariquitas,  y han de contar el número de puntos que tiene y buscar la hoja correcta (pueden estar ordenadas o no, de esta manera complicamos un poco el nivel de la actividad).

Y cuando todas las mariquitas han vuelto a su casa la actividad acaba,y podemos volver a colocar de otra manera las hojas, y volver a empezar.

Es una actividad ideal para que los niños trabajen en el rincón de las matemáticas, ya que es de muy fácil corrección y pueden hacerlo por parejas siendo uno el que da las mariquitas y el otro el que las coloca.