Cómo preparar una caja sensorial con material reciclable para trabajar la psicomotricidad fina

Nuestro planeta es un ser vivo que debemos cuidar para las generaciones que vendrán después, y debemos enseñar a los peques a respetarlo y a cuidarlo. Una de las maneras que tenemos para hacerlo es reciclando material que hemos utilizado en casa

y al que le damos otros nuevos usos, con la ventaja de que además ayudamos a nuestros peques a aprender contenidos nuevos y a desarrollar nuevas destrezas, además de darles un buen ejemplo.

Una de las actividades que podemos realizar con este material  reciclado es una caja sensorial. Para prepararla, solo necesitaremos unos recipientes donde colocaremos aquellos objetos que elijamos (dependerán del objetivo final que queramos trabajar, para lo que será adecuado preparar cajas sensoriales temáticas), como por ejemplo: cartones, tapitas plásticas, botones, recipientes para huevos, y un largo etcétera).

En este caso, hemos preparado una caja sensorial para trabajar la psicomotricidad fina de los peques, con lo que los materiales escogidos han sido tapones en su mayor parte, rollos de papel higiénico cortados en fragmentos de distinto tamaño, una huevera grande, y una cuchara grande (tipo cucharón) para que los peques puedan coger los tapones con ella.

La actividad consiste en dejar a los peques experimentar con los elementos de la caja de manera libre y de manera dirigida, ya que podemos pedir que metan tapones por los rollos para que caigan por el otro lado, podemos pedir que hagan pequeñas torres de piezas de rollos, podemos pedir que cojan tapones con la cuchara (o con las manos) y los coloquen en los huecos de la huevera (complicaremos más la actividad si le pedimos que los cojan teniendo en cuenta tamaños y colores).

Es una actividad divertida, económica, muy entretenida para los peques ya que pueden explorar libremente y completa si la dirigimos hacia unos objetivos determinados.

Fuente imagen: Mi educación creativa