Cómo trabajar la educación emocional con los peques

El trabajo con niños está cargado de emociones. Todos los que estáis en contacto con ellos lo sabéis. Nos emocionamos con ellos, nos alegramos, nos enfadamos, nos reímos y hasta en alguna ocasión lloramos con ellos.

Pero ellos lo viven de una manera más intensa que ninguno de los adultos que estamos allí.

Por que para eso son niños, para disfrutar intensamente de las emociones que todos los seres humanos somos capaces de sentir, gracias a la maravillosa inocencia que nos proporciona la infancia.
Por ello es muy importante que los educadores aprendamos a cuidar y a saber trabajar la educación emocional  para que los peques crezcan felices y emocionalmente sanos.

Por lo tanto, proporcionaremos a los niños y niñas actividades lúdicas que les hagan ser conscientes de las emociones que sienten y de porqué las sienten, y les enseñaremos a potenciar las emociones positivas que les enriquecen y a canalizar las negativas de manera que no les afecten para su desarrollo y sean capaces de buscar soluciones constructivas y positivas a los problemas que se las causan.

Todo esto se llevará a cabo con paciencia y cariño, y a través de actividades y juegos, en los que los peques reconozcan las diferentes emociones humanas (el cesto de las sonrisas, clasificar las caras de diversos personajes según las emociones que reflejan, utilizar globos y pintarles caras con emociones, buscar en revistas caras contentas, tristes, enfadadas, etc), charlaremos mucho con ellos en la asamblea de clase o en casa y les dejaremos exponer lo que sienten y, si es necesario, que busquen soluciones al respecto. Les contaremos  cuentos infantiles con valores, un recurso de siempre pero que no pierde su poder educativo por mucho que cambien los tiempos, etc.

Y, siempre, trataremos a los peques con mucho cariño, potenciando sus cualidades positivas y enseñándoles a pedir ayuda para mejorar en aquellos aspectos en los que sea necesario hacerlo.