Cuentos con valores: La madre ideal

¡Es que una madre es una madre! Nuestra querida amiga María Luisa, nos deja un nuevo y bonito cuento, que enseña a los peques valores positivos. En esta ocasión nos deja la historia de un concurso muy pero que muy especial.

La madre ideal

Un nuevo concurso se programaba en la televisión. El anuncio decía así:
«¿Quieres cambiar algo de tu madre que no te guste? ¿necesitas mejorarla? No lo dudes, tráela y cambiamos todo aquello que te incomode. Incluso te daremos otra mientras realizamos las modificaciones. Llámanos al teléfono que sale en pantalla y, sin coste alguno y en una semana, lo conseguirás.»
Hubo muchas llamadas, el concurso tuvo éxito desde el primer día. Recogieron todas las modificaciones que los hijos querían hacer y las apuntaron en una lista. Los cambios que pedían eran muy variados.
Muchos pedían que su madre fuese menos exigente con el orden.
Otros exigían más tiempo libre para hacer lo que quisieran, sin tener que ayudar en casa, ni estudiar tanto.
Pedían que las madres no trabajasen fuera de casa, así ellos estarían mejor atendidos.
Incluso hubo algunos que decían que sus madres siempre iban con prisa, no era necesario tanto estrés. Demasiada puntualidad.
A todos ellos les pidieron que se fueran a otras casas durante una semana para hacer los cambios que habían pedido. Les dieron unas madres con las características solicitadas.
No os podéis imaginar lo que sucedió.
Los que querían una madre menos ordenada al final de la semana habían perdido el teléfono ya que no sabían donde lo habían dejado. En su casa siempre su madre les decía el lugar de cada cosa. No les convocaron al partido del sábado pues la equipación estaba sucia y el examen de matemáticas estaba suspenso porque el libro se había mojado y no habían podido estudiar.
Los que pedían más tiempo libre, lo tuvieron pues se quedaron dormidos y perdieron el autobús de la excursión de fin de curso que habían estado esperando tanto tiempo.Tampoco vieron a su equipo favorito ganar la liga porque se entretuvieron y llegaron tarde.
Todas las madres estaban en casa, no trabajaban fuera pero cuando llegaba final de mes como ellas no ganaban dinero no había ropa, no había deportivas nuevas solamente lo indispensable. Nada de caprichos.
Todos echaban de menos las caricias de su madre, los buenos consejos para mejorar cada día. Las madres nuevas no conocían sus gustos, no sabían escuchar. No entendían sus preocupaciones.
Se dieron cuenta que cuando les enseñaban orden era para facilitarles la vida. Cuando les ayudaban en sus estudios era para que tuviesen éxito. Comprendieron que la puntualidad, el esfuerzo y el trabajo son necesarios para superarse.
Era demasiado tarde. El concurso les había dado lo que habían pedido. Se dieron cuenta que la madre ideal era la suya, no había otra mejor, pero ya la habían cambiado y no tenía remedio. Ya nunca serían felices. Se habían equivocado.
Llegó el día de la entrega de premios. El día que les entregaban a su nueva madre. La sorpresa fue enorme al comprobar que todo había sido una farsa. Aparecieron las madres en el plató. ¡ No habían cambiado! ¡ Eran las mismas!
Los que habían cambiado era los hijos. Habían comprendido que era necesario para su educación todo lo que su madre les decía.La madre ideal para nosotros es la nuestra. Nos comprende, nos quiere y nos ayuda siempre.

Aprendemos palabras nuevas
Incomodar
Causar incomodidad, molestia o enfado:
Farsa
Engaño.

© María Luisa Martínez Robles