Cuántos beneficios para los peques cuando la risa suena en clase

Según los expertos , la “risa” es el movimiento de la boca que demuestra alegría. Pero vosotros sabéis muy bien que, la risa es mucho más que un movimiento. Con solo hacerse escuchar, la risa hace visibles los lazos y las distintas manifestaciones de amor y cariño que nos unen a los otros.
Seguramente, os habréis dado cuenta que cuando un niño se ríe, se siente a gusto, está relajado y la atmósfera se llena de una sensación de bienestar. Y, no esto no solo se debe a su estado de ánimo, sino que, además, la risa les produce muchos otros beneficios:

• libera endorfinas que potencia las actitudes positivas,
• les ayuda a descubrir el lado amable del mundo,
• y potencia su capacidad de conectarse con él, especialmente en los más pequeños, y, por tanto aprender de lo que hay a su alrededor y generar hábitos personales y sociales positivos que se mantendrán en la edad adulta.

Ahora os preguntaréis…

¿Cuál es el aporte de la risa para el aprendizaje?

Se han realizado estudios que han comprobado que la educación se potencia con la risa. Así que podemos afirmar,  que el humor es fundamental en el proceso de enseñanza y en el proceso de aprendizaje. Según estos estudios, la “Pedagogía de la Risa” mejora los resultados durante el período de evaluación.

El buen humor activa los procesos de aprendizaje, mejora el vínculo entre docente-alumno, la mente se agiliza y la creatividad fluye, logrando mejorar los niveles de concentración y memorización. Y, además, hace que el proceso de enseñar y aprender sea más agradable, tanto para los peques como para los docentes.

Recordar lo aprendido es más sencillo, ya que los conceptos llegan a nuestro cerebro acompañados de emociones positivas que, al recordarlas, nos provocan una sensación de bienestar.

¿Cómo fomentar la risa en el aula?

Es importante tener presente la idea de que el humor es una “herramienta de relación”. Un docente que sonríe, se relaciona mejor, motiva y se conecta con sus alumnos y, por lo tanto, refuerza el aprendizaje.  Algunos ejemplos de situaciones en clase en las que el buen humor es el ingrediente principal y que, por tanto, son los más significativos para los peques, son los siguientes:

•  El juego en el aula es, sin lugar a dudas, un aliado de la risa, de los buenos momentos y de la cohesión grupal.
•  Las clases interactivas, participativas, que inviten a temas serios con ejemplos divertidos son una muy buena alternativa para romper con la monotonía de la rutina en el aula.
•  Introducir un chiste, una frase divertida o una broma en el momento oportuno es un recurso didáctico que proporciona una risa sana para todos.

Vuestra actitud como docente es primordial. Los peques se beneficiarán de la risa y ambos lograrán aprender y divertirse juntos.  Aún así, es fundamental saber apreciar cuando sí debemos utilizar este fantástico recurso y cuando no, buscando siempre un equilibrio. No debemos abusar de ello, dado que podríamos correr el riesgo de perder el control de la clase.
Es un hecho curioso observar la poca importancia que se le da a la risa, siendo ésta, una forma sana, rápida, económica, fácil y reconocida socialmente para provocar beneficios tanto a nivel psicológico como a nivel biológico y social.

Así que ya sabéis… ¡Una sonrisa, por favor!