Características de la metodología en educación infantil

La metodología en educación infantil constituye el conjunto de normas y decisiones que organizan, de forma global la acción didáctica en la etapa. Con la metodología se define el papel que juega el alumnado y los educadores, utilización de medios y recursos, tipos de actividades, organización de tiempos y espacios, agrupamientos, secuenciación y tipos de tareas, etc.

Debemos de tener en cuenta que la  línea de trabajo a la hora de elaborar nuestras programaciones de aula,  se basa en los principios metodológicos de la Educación infantil.

Principios de la metodología en educación infantil

• La perspectiva globalizadora. Considerada la más idónea para el tratamiento de los distintos contenidos y experiencias educativas en Educación Infantil. Esto se debe a que el niño conoce y aprende de forma global. Según la metodología en educación infantil, el principio de globalización supone que el aprendizaje es el producto del establecimiento de múltiples conexiones de relaciones entre los aprendizajes nuevos y los ya aprendidos. En el aula de 4 años voy a globalizar para acercar a los alumnos/ as a la realidad que quieren conocer, tratando temas interesantes para ellos como la naturaleza, el medio ambiente, etc. Siempre partiendo siempre de los propios intereses de los niños/as.
• El  Aprendizaje significativo. Implica que los niños encuentren sentido a sus aprendizajes. Para ello deben establecer vínculos sustantivos entre los nuevos contenidos que deben aprender y los que éste y posee en su estructuras cognitivas. Propondremos actividades motivadoras y vivenciales. De esta manera, podrán vivir directamente las tareas de aprendizaje. Por ejemplo, que ellos mismos realicen su propia compra en el supermercado, o un circuito de educación vial….
• Ser activa. Siendo los propios niños los que experimenten, observen, investiguen… El maestro será orientador en el proceso de enseñanza-aprendizaje. En este caso, es ideal una organización espacial por rincones de actividades, ya que favorece el desarrollo de la autonomía de los peques.
• El juego como motor de desarrollo. El juego favorece la elaboración y desarrollo de las estructuras de conocimientos y sus esquemas de relación, a través de la actividad lúdica desarrollaremos todo el trabajo en el aula.
• Ha de ser vivencial. Partiremos del entorno más inmediato de los alumnos y aprovecharemos las situaciones que se dan en la vida diaria. Por ejemplo, cualquier noticia de interés público.
• Las relaciones deberán ser fluidas y continuadas con la familia. Así, se permitirán unificar criterios y pautas de actuación entre los adultos que intervienen directamente en la educación de los alumnos. Para que estas relaciones sean lo más natural posible, pediremos la participación de los padres el multitud de actividades.

Actividades en las que pueden implicarse las familias:

• Acompañamiento en algunas salidas.
• Realización de recetas en el aula.
• Pedir a algún familiar nos cuente un cuento…