Estrategias y actividades para fomentar el hábito lector en los peques

El hábito lector tiene una gran importancia en el desarrollo y educación de nuestros peques. Desde que el niño es un bebé se le puede motivar a la lectura iniciándolo en el hábito lector. Incluso antes de que el bebé pueda comprender las palabras, se le puede mostrar libros y hablarles sobre las ilustraciones. Si se le acuna en el regazo, el bebé se sentirá seguro y feliz y aprenderá lo divertido que es mirar ilustraciones y escuchar cuentos. Los cuentos para bebés más recomendables son aquellos de tela o plástico que se pueden lavar.
En general, la manera más importante de fomentar el hábito lector y preparar a la lectura a un niño/a de Educación Infantil (1º o 2º ciclo) es leyendo junto a él/ella (maestro/a, padre/madre) todos los días. Cuanto más lean, mejor será. La lectura la podemos convertir en un momento especial, ambientando la sala, poniendo una música… A los niños/as de estas edades (0-6 años), les encanta leer/escuchar el mismo libro una y otra vez. Eso les permite aprender. Se puede jugar con ellos a que completen las palabras que se omitan intencionadamente en el cuento o que digan las palabras que se repitan o que escriban las palabras que no entiendan, creando así un diccionario, por ejemplo.
Los niños/as que aprenden a disfrutar de los libros y los cuentos son más dados a leer por su cuenta. Para ello, se pueden llevar libros en el coche, en el autobús, a la consulta del pediatra. Así, podrán leer una diversidad de cuentos todos los días. Existen una serie de aptitudes que caracterizan a lectores activos, críticos e imaginativos. Si conseguimos desarrollar estas aptitudes en los alumnos/as estaremos más cerca de que estos niños/as disfruten con la lectura y, con ello, desarrollar su hábito lector.
Estas aptitudes son tales como la predicción, enriquecimiento del vocabulario, desarrollo de la creatividad, etc. A continuación, se explica qué se puede hacer para fomentar dichas aptitudes.

Estrategias para fomentar la aptitud de la predicción.  Es recomendable:
– Examinar juntos (educador –familia o maestro/a- y niño/a) el título y la ilustración de la portada.
– Proponer al niño/a que hable acerca de ellos.
– Formular preguntas como: “¿De qué piensas que trata este libro?
– Elegir las oportunidades que hay en el relato para sugerir al lector que imagine lo que sucederá más adelante.
– Estimular las deducciones. Sugerir al joven lector que piense en los indicios que hay en el relato.
– No precipitarse. Dar tiempo a los lectores para que piensen lo que probablemente sucederá y para que puedan deducir las posibilidades. Hay que recordar que cada niño/a tiene un ritmo distinto de aprendizaje y, por lo tanto, de respuesta.

Practicar la predicción permite aprender a:
– Pensar por adelantado.
– Poner atención a los detalles acerca de la trama y los personajes.
– Prestar atención a los patrones y a la secuencia.
– Llegar a conclusiones lógicas.

Estrategias para enriquecer el vocabulario.
– Prestar atención a aquellas palabras que quizá no conozcan los lectores.
Encontrar la clave de esa palabra en el contexto, leyendo toda la oración, párrafo o incluso a veces la página completa.
– Preguntar: “¿Conoces esta palabra?”, “¿qué crees que significa?”…
– Si es posible, utilizar la nueva palabra en una conversación cotidiana.

Si se potencia a los lectores a que busquen claves en el contexto, éstos aprenden a:
– Leer con atención.
– Hacer deducciones lógicas.
– Extender su vocabulario.
– Pensar creativamente.

La lectura es un escenario ideal para aprender palabras nuevas y deducir las palabras que no conocemos. Sin embargo, se puede ayudar a los niños/as a enriquecer su vocabulario en cualquier momento, no sólo en el momento de la lectura. Por ejemplo, se pueden escoger las palabras de la semana. Pegamos las palabras nuevas que han aparecido en conversaciones o en un algún libro en un lugar visible del aula o de la casa. El juego consiste en intentar utilizarla a lo largo de
toda la semana.

Estrategias para identificar distintos géneros literarios.
En el momento en que los niños/as preguntan: “¿Sucedió eso realmente?” o “¿eso es verdad?”, están pidiendo que se les distinga entre un tipo de texto u otro, pero no hace falta esperar a esto para explicarles a los pequeños de las diversas clases de material para leer que existen. Ya desde la Educación Infantil podemos incidir en las diferencias que existen entre la poesía y la prosa, por
ejemplo. Esta aptitud le será útil para cuando se vea ante el reto de leer muchos libros diferentes y presentar distintas clases de trabajos escritos, es decir, a partir del 2º ciclo de Primaria. Además les ayuda a crear categorías, así como a separar la ficción (cuentos…) de la realidad (biografías, periódicos), a distinguir entre la publicidad televisiva y los programas de contenido. Cuanto antes aprendan a diferenciar los mensajes educativos de los propagandísticos, mejor.

Los lectores que pueden identificar diferentes clases de material aprenden a:
– Hacer distinciones.
– Generalizar.
– Pensar críticamente.
– Apreciar las diferentes formas literarias.

Explicar con tus propias palabras.
Cuando un joven lector puede repetir, con sus propias palabras, lo que ha leído, adquiere varias destrezas: refuerza su memoria, clarifica lo que entiende y detecta lo que no entiende. Los lectores que practican la paráfrasis aprenden también a mantener los acontecimientos en el orden apropiado.

Estrategias para darse cuenta del punto de vista.
Revisar el título o las palabras del principio para ver si puede detectar alguna clave para saber quién está contando la historia. Un ejemplo muy obvio lo presenta el libro Somos los pulmones, el cual nos dice inmediatamente quién está hablando. También se puede preguntar: “¿De qué lado piensas que está el autor?”, por ejemplo, se supone que el escritor está al lado de los tres cerditos y no del lobo. Animar a explorar los diferentes puntos de vista de los personajes en el cuento. En la popular versión de Blancanieves realizada por Walt Disney, los siete enanitos son buenos ejemplos porque está claro que ven el mundo de diferentes formas.

Los lectores que practican la identificación del punto de vista aprenden a:
– Darse cuenta de quién está relatando la historia.
– Entender las diferentes perspectivas de los distintos personajes.
– Desarrollar empatía.
– Pensar críticamente.
– Distinguir los libros que les gustan de los que no.

Despertar la imaginación.
La mayoría de los niños/as son creativos por naturaleza; sin embargo, no todos los niños/as aprenden en un abrir y cerrar de ojos a expresar todo lo que suimaginación les dicta. Algunos son tímidos/as, otros tienen miedo de que se rían
de ellos… Una actividad muy productiva para despertar la imaginación es la de cambiar el final de un cuento, como por ejemplo, que Hansel y Gretel no empujan a la brujaen el horno, sino que usan otro truco para librarse de ella.
Guiarlos en exceso en este aspecto puede perjudicar la imaginación del niño/a,mientras que guiar demasiado poco puede ser contraproducente para echarla a volar.

Los lectores que ejercitan su imaginación aprenden a:
– Fortalecer la capacidad verbal.
– Solucionar problemas creativamente.
– Apreciar la literatura.

Una actividad interesante para hacer un seguimiento de las ideas que surgen de la imaginación de los alumnos/as es anotar las propuestas más creativas en una libreta para más adelante compilarlas formando un pequeño libro con la posibilidad de agregarle ilustraciones creadas por ellos/as mismos/as.

Estrategias para crear sus propias historias.
Una forma segura para llegar a ser un buen lector es convertirse en un escritor. La lectura y la escritura van de la mano, ya que una actividad refuerza y enriquece a la otra. Si los niños/as todavía no escriben con fluidez seremos nosotros quienesvayamos anotando lo que nos dicten los niños/as para leérselo inmediatamente después de escribirlo y asegurarnos que hemos captado la idea. Poco a poco, dejaremos que cojan ellos/as los lápices o, incluso, el teclado.
Sería interesante colocar los escritos infantiles junto con los cuentos y libros de la biblioteca y releerlos de vez en cuando. El hecho de que el niño/a cree su propio material y después sea escuchado por sus compañeros subraya la idea de
que la lectura es un placer y no una tarea. De igual manera, es una forma para que los niños/as aprendan a compartir información, sentimientos y creencias.
Es fácil conseguir que los niños/as escriban todos los días, si aprovechamos, momentos cotidianos como el hecho de hacer una lista con todo lo que necesitamos para una excursión, para comunicarnos con alguien a quien no vamos a ver en todo el día… Si hemos hecho fotografías en alguna actividad o salida, pueden escribir una leyenda para cada fotografía. Son algunas de las muchas actividades que podemos aprovechar para que escriban.

Los niños/as que crean sus propias historias aprenden a:
– Expresar sentimientos y pensamientos.
– Profundizar en su imaginación.
– Obtener un sentido de control del lenguaje.
– Convertirse en mejores lectores.

Por último, cabe destacar que el papel de la escuela, como principal agente educativo junto con la familia, es primordial para fomentar el hábito lector .
Para formar lectores hay que mantener vivas cinco acciones, y hacerlas en el día a día escolar.
1- La primera es ver leer, sobre todo ver leer a la gente más cercana con quien convivimos y a aquellas personas que son referentes sociales. Y el maestro o la maestra es una de ellas.
2- La segunda nos lleva de ver leer a querer. Querer leer llega de la mano de ver leer.
3- La tercera es poder leer. Necesitamos espacios donde se reúnan los requisitos para poder leer, alejados del ruido y en un ambiente agradable. Aquí entran en juego las bibliotecas, bien sean escolares, personales o de otro tipo.
4- La cuarta es saber leer y en ésta, la institución escolar tiene un papel fundamental, porque buena parte de lo que representa dicha acción se produce en el contexto escolar.
5- Pero todavía faltaría una última acción, un último elemento. Quizá el más complicado, pero el más necesario: obtener placer del proceso de la lectura.

Si conseguimos llegar a este quinto punto, si formamos lectores que disfrutan con la lectura posiblemente hayamos contribuido a que esa persona lea durante toda su vida, a que aprenda leyendo, a que pueda imaginar y al mismo tiempo ser realista, a que esa persona -¿por qué no?- se plantee la importancia de formar nuevos lectores.

4 COMENTARIOS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

actividades infantil

 

¡Asómate a mi cole!

¿Tienes un proyecto educativo interesante? Estamos buscando colegios y/o docentes que realicen experiencias educativas innovadoras. Queremos contar vuestra historia para que la conozca mucha gente. ¿Nos la explicáis? Escribidnos a info@actividadesinfantil.com y nos pondremos en contacto con vosotros.

actividades infantil

¡Únete a nuestra gran familia!

Actividades Infantil

Muchas gracias por tu visita. Esperamos que la hayas disfrutado y que te haya sido de utilidad. Si tienes cualquier duda, sugerencia o propuesta no dudes en contactar con nosotros. Estaremos encantados de atenderte,

El equipo de Actividades Infantil

Contacto