El peque con TDHA no tiene un comportamiento extravagante, extraño o inusual durante la infancia. Mantiene conductas conflictivas sólo por su frecuencia, intensidad y la inoportunidad del momento en el que ocurren. Estos niños/as tienen dificultad para controlar su conducta en presencia de otros y les resulta más fácil cuando están solos. No todos los niños/as hiperactivos mantienen las mismas características que a continuación se describen pero las dificultades de atención, impulsividad e hiperactividad son rasgos comunes.
Un buen tratamiento, aplicado desde muy temprana edad en niños con TDAH, puede evitar los déficits en las capacidades afectadas por el trastorno y en el proceso de aprendizaje, que interfieren en la maduración del niño/a. En la mayor parte de los casos «dependiendo del tiempo de evolución del trastorno sin tratamiento», se pueden evitar las limitaciones en el rendimiento escolar, en la percepción de sí mismo y del entorno, el desarrollo de la competencia social, etc.
En la escuela, la falta de atención que, en ocasiones, muestran en tareas que requieren un esfuerzo suele interpretarse como pereza. Además puede ocurrir que sean capaces de estar en el aula sin mostrar ni uno de los síntomas del TDAH cuando se encuentran con una situación nueva y controlada, o ante actividades muy interesantes (tipo videojuegos). Esto hace que en muchas ocasiones, los educadores piensen que el comportamiento anómalo es voluntario, “que para lo que le interesa sí que se fija” y esto complica aún más el problema. Por eso es muy beneficioso, realizar un diagnóstico precoz, y una vez realizado, proponerles actividades que trabajen los aspectos de la atención, el control visomotor, y sobre todo, la relajación del propio alumno. Algunos ejemplos de las actividades que puede realizar con estos niños/as son:
En el diseño de estas actividades hay que tener en cuenta que el niño/a hiperactivo no suele centrarse durante muchos minutos en una misma tarea, por lo que ésta ha de ser clara, breve y fácil de ejecutar si se quiere obtener buenos resultados. Están orientadas básicamente para incrementar la inhibición muscular, la relajación, el control corporal y la atención.
Conocer el problema es clave para poder comprender las necesidades específicas del niño/a e intervenir adecuadamente. Del mismo modo, la colaboración entre colegio y familia es fundamental para un tratamiento efectivo. Así, el profesorado debe informar a los padres a lo largo de todo el curso escolar, intercambiando información y experiencias, fomentando la colaboración entre la escuela y la familia.
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Muchas gracias x el artículo. Mi hijo es tdha y muchos de estos consejos me serviran .
Genial, Marisa! Esperamos que sea así, un saludo! 😀
Gracias me ayuda mucho vuestras recomendaciones