La realización de rutinas y hábitos nos ayudan a organizarnos mental y físicamente y a comprender la importancia de las diversas acciones que se van haciendo durante el día y que es bueno seguir un orden para hacer las cosas, ayudándonos a establecer este orden y una organización que se adapte a nuestras necesidades.
En los peques, las rutinas generan seguridad y concentración en lo que se está haciendo, ayudan a desarrollar los procesos cognitivos y afectivos, a conocer diferentes metodologías y actúan como indicador temporal para que el peque empiece a ser consciente que todo tiene una organización y un límite.
Muchas de estas buenas costumbres y hábitos se pueden trabajar en el aula sin problemas, ya que el día a día en clase nos proporciona multimud de momentos que se convierten en ideales para ello. Ya sea desde la asamblea de clase a la hora de la entrada, como el almuerzo, como el momento del juego, hasta el mismo momento de la despedida. Todo un tiempo maravilloso con los peques para que descubran y aprendan de nuestra mano.
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