Cómo enseñar a los peques a resolver problemas matemáticos

Saber resolver problemas matemáticos en Educación Infantil es importante ya que ayuda a estimular el razonamiento y a conocer métodos que se pueden utilizar para resolverlos con éxito y de manera más sencilla.

Para que los peques aprenden a resolver problemas, debemos ir explicándoles los procesos de pensamiento mientras dura el proceso de resolución del problema y ofrecerles situaciones para que ejerciten sus procesos mentales, de esta manera estamos dando una explicación paso por paso de los razonamientos que se deben seguir y en qué casos.

Los peques aprenden imitando, así que deben estar atentos y observadores a lo que les explicamos para que luego lo puedan llevar ellos a la práctica.

El proceso de resolución de problemas que podemos llevar a cabo es el siguiente: en primer lugar estaremos seguros que los peques han comprendido el problema, una vez entendido crearemos entre todos un plan para resolverlo (ayuda muchas veces hacerse un dibujo de lo que se explica), a continuación ejecutaremos el plan establecido siguiendo todos los pasos (esto consiste en hacer las operaciones matemáticas necesarias) y, finalmente, y una vez obtenidos los resultados, poner en marcha la visión retrospectiva del problema para comprobar si se ha realizado bien lo que se pedía.

A continuación os mostramos algunas de las características que tiene un buen/a resolvente de problemas matemáticos:

• Tiene buenos conocimientos matemáticos, claros, interconectados, para poder enfrentarse a varias situaciones.
• Su actitud positiva, perseverante. Disfruta resolviendo.
• Va formándose poco a poco gracias a la práctica.

Con los peques lo más sencillo y motivante para ellos es intentar resolver problemas de la vida cotidiana mediante actividades manipulativas para que puedan palpar el material que ayudará a resolver el problema, ya que el grado de abstracción mental en ellos no está consolidado aún, por eso necesitan un apoyo físico al tocar los objetos que les ofrezcamos.

Un ejemplo podría ser crearles un problema en el que tengan que sumar las galletas de un paquete de galletas y cuando terminen de merendar recordar las que había y contar las que han quedado para resolver el problema de “cuántas galletas me he comido?“.

Manipulando el material del problema les resulta más comprensible a la hora de resolverlo ya que resolver un problema de forma abstracta para ellos aún es muy complicado debido a su nivel de desarrollo cognitivo.

¡Cualquier situación del día a día es buena para poner a prueba la inteligencia e ingenio de los peques!