La Educación Maternal es la que se le provee al niño desde el mismo momento en que nace hasta que cumple los 3 años de edad. No es rígida, sino que en ella están inmersos las enseñanzas y aprendizajes del niño producto de la interacción con su entorno y quienes están en él.
Así mismo, desde el punto de vista del sistema educativo formal, la educación maternal forma parte del primer escalafón, perteneciente a la educación inicial.
Los primeros años del niño son de vital importancia en su desarrollo, ya que es durante este período de tiempo en el que el niño aprende diversas habilidades y destrezas de las que se va a valer durante el resto de su vida. Entre lo que el niño aprende en estos años te podemos mencionar la interacción social con otros niños y adultos, caminar y comunicarse con otros, entre otras.
Desde que nacen, los niños están en un constante aprendizaje. Recordemos que los peques son como pequeñas esponjitas, que van absorbiendo todo lo que ven a su alrededor. Es bien conocido que la capacidad de aprendizaje de los niños es inmensa. Hay especialistas que incluso afirman que esta capacidad se da desde que el bebé se encuentra en el vientre materno.
Ahora bien, para que la educación maternal sea realmente provechosa, debe tomar en cuenta ciertos aspectos como el espacio físico y el tiempo.
En lo referente al espacio físico, las aulas de educación maternal deben estar divididas en diversas áreas especializadas para cada una de las actividades que se realizan allí.
Es así como entonces hay un área destinada para la alimentación, otra para el aseo, una para el descanso diario (dormir) y por supuesto, el área destinada a las actividades propiamente pedagógicas. En este sentido, cada área debe contar con el mobiliario y los utensilios necesarios y adecuados para que las actividades que se realicen allí sean lo más exitosas posibles.
Es importante, ya desde tan temprana edad, que a los niños se les establezca una rutina diaria, en la que tengan cabida las diferentes actividades que se realizan en el maternal. Debe haber un tiempo destinado a la alimentación, otro para la higiene y por supuesto uno dedicado al descanso.
El tiempo que se dedica a las actividades pedagógicas debe estar distribuido adecuadamente entre actividades de recreación, de exploración, creativas, así como también aquellas que impliquen la resolución de problemas y otras que potencien la independencia y autonomía del niño, entre otras.
Por supuesto, es potestad del docente establecer cuáles serán las actividades a realizar y el tiempo destinado a cada una de ellas.
La educación maternal reviste una gran importancia en la educación de los niños, ya que en ella aprenden las nociones básicas que regirán su comportamiento a lo largo de su vida. Entre las razones por las cuales es importante, están las siguientes:
En resumidas cuentas, la educación maternal es un pilar fundamental dentro de la educación de nuestros niños, ya que les proporciona las bases para su educación futura y por supuesto, para el ser humano en que se convertirá.
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