El juego, un gran instrumento de enseñanza y aprendizaje

Tanto el proceso de enseñanza como el de aprendizaje son bastantes complejos. Implican una serie de procesos mentales cuya finalidad es que el niño adquiera un conocimiento, lo asimile y lo incluya en su estructura cognitiva para poder darle utilidad en el futuro. Por eso los especialistas se han dedicado, durante años, a buscar estrategias que faciliten este proceso para los niños.
Anteriormente, se creía que la metodología ideal era la de las clases magistrales expositivas. En ellas, el profesor se dedicaba a explicar el contenido de manera metódica y tediosa, prácticamente sin darles oportunidad a los estudiantes de participar activamente en el proceso.

Pero los estudiantes son partícipes activos de sus procesos de enseñanza aprendizaje. Comprenden y asimilan mejor los contenidos y además se sienten motivados. Por eso se siguen investigando cuáles son los métodos de enseñanza que rinden los mejores resultados. La gamificación, por ejemplo, es una de las nuevas tendencias de los métodos de enseñanza-aprendizaje.

Es así como se ha logrado establecer que, entre las estrategias de enseñanza y aprendizaje que existen, el juego es una de las más eficaces. Esto se debe a que las actividades lúdicas son placenteras para los niños. Con el juego, los peques se motivan a participar en cualquier actividad de este tipo. La motivación y la disposición son dos factores claves para lograr el aprendizaje.

¿Qué beneficios tiene el juego como estrategia de enseñanza y aprendizaje?

• Propicia el aprendizaje en diversas áreas.
• Fomenta el descubrimiento y la exploración.
• Fomenta la creatividad y la imaginación.
• Estimula la integración social.
• Proporciona diversión y placer.

El juego es una estrategia tan completa e integral, que estimula en el niño el desarrollo de áreas diversas. La comunicación, la motricidad, la sensorial y las habilidades socioemocionales. A través de los juegos, el estudiante pone en práctica esas áreas para poder llevar a cabo las actividades, a la vez de captar y asimilar la información que va recibiendo.

Con el juego, los estudiantes son capaces de ir construyendo ellos mismos su propio aprendizaje, a su propio ritmo, gracias al descubrimiento y la exploración. Esto le permitirá ir conociendo su entorno y desarrollar la capacidad crítica y de observación, tan importantes en la educación y desarrollo integral de cada niño.

El juego fomenta la creatividad y la capacidad de imaginar y podrá aplicarlas en otros aspectos de su vida. Por ejemplo, para resolver situaciones problemáticas o conflictos.

En casi todos los casos, los juegos involucran la participación de varios niños. Esto es importante porque permiten la interacción social entre ellos. De esta manera el niño aprende a relacionarse con sus semejantes, potenciando las aptitudes que tienen que ver con la socialización.

En resumen, los juegos son actividades placenteras que generan en el niño diversión y placer. Cuando el niño realiza actividades que le gustan y disfruta, en su organismo se dan una serie de respuestas fisiológicas en las que se liberan sustancias químicas conocidas como endorfinas. Estas hacen que el niño se sienta feliz, alejando el estrés y estados de ánimo no favorables para él y favoreciendo su capacidad de aprendizaje.

Son cada vez más los docentes que lo emplean como estrategia durante sus clases. Se ha demostrado que es una de las estrategias más eficaces, no solo para lograr que el niño comprenda algún tema, sino también como herramienta para su desarrollo cognitivo, psicológico y emocional.