Juegos de estimulación temprana para bebés durante su primer año

Los bebés empiezan a conocer el mundo que les rodea en sus primeros meses de vida. De un mundo muy reducido que va poco más allá de su propio cuerpo, poco a poco, a medida que sus capacidades se van desarrollando, va observando, experimentando y manipulando ese pequeño mundo que lo rodea y, con ello, aprendiendo muchísimas cosas sobre él.

La llave que abre esta puerta mágica a tanto estímulo enriquecedor está compuesta por sus cinco sentidos. A través de cada uno de ellos los peques descubren  cada día cosas nuevas y, nuestra función como padres y/o docentes, es proporcionarles los estímulos suficientes para que puedan desarrollar, desde la más temprana infancia, todas sus capacidades de manera óptima. Y, para echarnos una mano en esta función, existen los juegos de estimulación temprana.

Hay muchos tipos de juegos de estimulación temprana, y todos ellos tienen como base los sentidos. El desarrollo de la vista, el olfato, el gusto, el oído y, sobre todo, del tacto, son los puntos de partida de cada uno de los juegos que proponemos a nuestros peques y que tanto disfrutan. Colores vistosos, sonidos agradables, texturas diferentes… son los elementos utilizados para ellos.

A continuación os dejamos una relación de juegos sencillos que podéis practicar con vuestros peques. Ya veréis que bien se lo pasan y cuanto se espabilan en poco tiempo.

Juegos de estimulación temprana

• Juegos maternales. Desde el primer momento, los padres juegan con su bebé. Lo acarician, lo besan, le sonríen, le hablan, le cantan. Lo sostienen en brazos rato, mucho rato, y esa actividad que en un principio parece muy sencilla, está proporcionando a los niños y niñas grandes posibilidades de estimulación táctiles, visuales, auditivas, etc del bebé, aumentando el número de sensaciones percibidas y, estimulando así, su desarrollo motriz, sensorial y cognitivo.
• Juegos en la cuna. Poco a poco, los peques son cada vez más espabilados. Siguen los objetos con la mirada, sonríen intencionadamente, emiten ruiditos que les hace disfrutar al escucharlos, agarran cosas y empiezan a llevárselas a la boca, se mueven mucho, aunque su coordinación aún no sea buena.  Es el momento de los móviles de cuna, que les entretienen mucho y suelen ser muy visuales y tener sonidos llamativos para el bebé. Otros juegos pueden ser los muñecos blanditos y los gimnasios para bebés, con actividades variadas que, además de estimular, les empiezan a enseñar las relaciones causa-efecto.
• Para jugar tumbados. A ratitos, es bueno variar a los bebés de postura y, aunque se ha demostrado que es bueno que duerma boca arriba para prevenir la muerte súbita del lactante, es importante también que pase ratos despierto tumbado boca abajo, ya que los movimientos que realiza fortalecen la columna y les proporciona fuerza suficiente para girarse por si mismos y, un poco más adelante, comenzar a gatear. Es el momento de dar los sonajeros, pelotas del tipo Montessori, que faciliten el agarre a los peques. Busca juguetes de colores y sonidos alegres, intentará cogerlos y no le facilites mucho la situación, deja que los coja por si solo/a  o, al menos, que lo intente. Juega con ellos, pon el juguete bajo su mantita o detrás suyo y escóndelo. Verás como lo busca. Haz sonar muñecos a su alrededor, con el fin de que los busque con la mirada.
• Ya me siento. Sonajeros, juguetes de agarre, juguetes con música… Una gran cantidad de posibilidades se abre ante ellos cuando logran aguantar sentados. Su visión del mundo cambia y pueden hacer muchas más cosas. El juego estrella de este momento es el libro sensorial. Un buen libro sensorial está estudiado hasta el último detalle para estimular a los peques.
• Juegos de falda. Cuando se mantienen sentados, puedes cogerlo en brazos y cantarle canciones o contarle cuentos, para lo que podrás utilizar marionetas o muñecos de colores llamativos. Hazle bromas, hazle reír, lo pasaréis genial y estableceréis lazos emocionales fuertes.
• Cuando vamos de paseo. No se os olvide su muñeco de pasear blandito. Para que se convierta en el amigo de aventuras y descubrimiento del mundo que hay más allá de casa. Todo un universo de caras, ruidos, olores y sensaciones nuevas rodearán al bebé que irá conociéndolas poco a poco. Y si muestra curiosidad, cógelo y sácalo del carrito y déjalo jugar y experimentar con nuevas texturas en el parque (la hierba, las hojas, la arena…).
• Hora de comer. A partir de que deje de alimentarse exclusivamente de leche materna, los peques se acostumbran a nuevos sabores. Al principio es todo un espectáculo ver como lo hacen. ¡Ponen unas caritas, pobretes! Pero, poco a poco, lo logran, y entonces empieza todo un ritual que se repite varias veces al día. Es momento de dejar que toque la comida y se la lleve a la boca, que experimente texturas, temperaturas, sabores… Proporciónale también unos cubiertos especiales para bebés. Con tranquilidad. Haz que el rato de la comida del peque se convierta en un rato divertido y lleno de nuevas experiencias por descubrir.
• Al agua patos. El baño es uno de los mejores momentos del día. Les encanta chapotear en el agua, sabiéndose seguros por que papá o mamá están con ellos. Los ruidos que produce el agua, los agradables aromas de los jabones y colonias, la suavidad de la espuma, y los juguetes que flotan de aquí para allá, se convierten en un pequeño universo sensorial del que los peques no querrán salir. Dejádlos un ratito que disfruten y jueguen en él.
• A la cama que el día se acabó. Nuevamente en su cuna, podemos utilizar las lámparas con músicas y luces suaves que iluminan con bonitas imágenes la habitación del bebé. Y, por supuesto, sus muñecos o muñeco para dormir. Muy muy blandito y suave.