¿Cómo aprenden nuestros hijos e hijas? Una aproximación al concepto de estilos cognitivos

Fuente imagen: Psarahtonen

Todas las personas, niños o adultos, utilizamos estrategias diferentes a la hora de realizar nuevos aprendizajes. Se podría decir que cada persona tiene su propio estilo a la hora de aprender, pero ¿cómo afecta esto a la educación de nuestros hijos?

 ¿Es importante tenerlo en cuenta cuando llega el momento de escoger escuela?

Os explicamos los diferentes estilos de aprendizaje que tenemos las personas a través de ejemplos concretos, para que os pueda ayudar a escoger escuela para vuestros peques.

Estilos de aprendizaje

Imaginemos a un profesor impartiendo una lección de historia, por ejemplo, la guerra civil española. Imaginemos a nuestros hijos e hijas tomando apuntes mientras escuchan a su profesor, intentando comprender los aspectos esenciales del tema a través de su explicación. Todos permanecen atentos pero, a pesar de ello, algunos niños parecen entender lo que su maestro les cuenta y otros se muestran bastante perdidos. ¿Qué puede estar ocurriendo?

Veamos algunos ejemplos.

• Estilo visual-icónico:  Marcos escucha atentamente las explicaciones de su profesor, pero le cuesta relacionar las ideas porque su memoria visual está más desarrollada que la auditiva. Esto significa que le resultaría más sencillo comprender el tema si pudiera visualizarlo; es decir, si el maestro acompañara su explicación de un gráfico, dibujara un esquema en la pizarra o mostrara un vídeo, Marcos asimilaría el tema con mayor facilidad.
• Estilo auditivo o simbólico: Ana no tiene ningún problema para comprender las explicaciones de su profesor. Tiene facilidad para procesar la información que le llega a través del canal auditivo: eso significa que, cuando escucha con atención en clase, suele asimilar sin problemas la lección que se está trabajando.
• Estilo cinético: Juan es un gran deportista. No tiene problemas con la historia, pero se le dan mejor las actividades que aprende «con el cuerpo». Su memoria táctil es asombrosa: cuando utiliza un procesador de textos para escribir, reconoce la posición de las letras en el teclado del ordenador sin mirar. Toca el piano con facilidad, porque su memoria táctil le permite localizar de forma rápida las notas musicales. Los trabajos manuales se le dan muy bien.
• Estilo activo: Rosa no tiene problemas para comprender a su profesor, pero su rendimiento no es tan alto como debiera. Es posible que comprendiera mejor la lección si su maestro la hiciera participar más en clase. Normalmente, este se limita a explicar el tema, pregunta si alguien tiene dudas y se marcha. Así, Rosa se distrae, se aburre, le cuesta prestar atención.
• Estilo reflexivo: Ruth escucha atentamente las explicaciones de su profesor. Le gusta observar y escuchar. Suele mostrarse cauta, discreta y distante. Le gusta analizar con detenimiento la información que recibe en clase. Cuando tiene que resolver algún problema, acostumbra a considerar todas las opciones antes de tomar una decisión. No tiene problemas con la historia.
• Estilo pragmático: A Pablo le gusta la historia, pero se aburre en clase y se distrae cuando su profesor realiza explicaciones demasiado extensas, sin proponer ninguna actividad. Le gusta poner en práctica las ideas. No piensa demasiado antes de actuar: prefiere la rapidez a la reflexión. Rinde más cuando se siente motivado hacia una tarea.
• Estilo teórico: A Julia no le entusiasma la historia, aunque se le da bien. Su capacidad para pensar de forma lógica está muy desarrollada, así que disfruta resolviendo problemas complejos. Se decanta por lo racional, por la objetividad, la precisión y la exactitud. Lo suyo son las matemáticas…

La forma en que asimilamos contenido y, por lo tanto, aprendemos, es importante a la hora de elegir escuela para los alumnos. Os dejamos unos pequeños consejos para que os ayude a escogerla.

¿Cuál es la mejor escuela para aprender?

A la hora de escoger escuela, es importante que preguntemos por la metodología de enseñanza que se utiliza.

En este sentido, conviene que tengamos en cuenta algunos aspectos básicos:

• Cuanto más tradicional sea la metodología de enseñanza (profesor habla, alumno escucha) menos efectiva será. Menos alumnos equivale a mayor calidad de enseñanza.
• Es muy difícil realizar una clase distinta a la tradicional si el profesor tiene muchos alumnos en el aula, aunque se trate de escuelas de prestigio reconocido.
• El uso exclusivo del libro de texto como recurso didáctico indica escasa innovación metodológica.
• Pedagogía orientada a la actividad. Para abordar el temario, el profesorado propone, en clase, numerosas y variadas actividades, frente al paradigma El maestro habla, el alumno escucha.

Fuente: Educartist