El oobleck es una masa con algo de magia, que pertenece al grupo de los fluidos no-newtonianos. Estos son fluidos cuya característica principal es que su estado varía en función de la presión a la que es sometido. Por eso es que el oobleck pasa de sólido a líquido, según lo aprieten los peques con sus manitas o las abran para que regrese a su estado líquido y resbale como el agua entre sus deditos.
A los peques les encanta este tipo de experiencias, ya que les permite manipular y experimentar con el oobleck de muchas maneras posibles. La podéis preparar fácilmente en casa con esta sencilla receta. Además, es totalmente inocua para los más chiquitines ya que los ingredientes son naturales y no pasa nada si se la llevan a la boca. Aunque es una costumbre que deben ir dejando atrás. Es ideal para pasar una tarde en casa con vuestros peques haciendo divertidos experimentos. Ellos lo pasarán en grande y vosotros también. Os explicamos cómo hacerla.
Es muy fácil de preparar. Para hacer el oobleck básico, solo hemos de introducir la maicena o harina de maíz en el bol. Entonces añadiremos el agua poco a poco e iremos removiendo con la cuchara de madera. Cuando esté bien mezclado, usamos las manos para removerlo hasta que notéis que la masa se ha vuelto densa y viscosa. Es el momento de comprobar que está realizado de manera correcta.
Para comprobarlo, solo necesitamos coger un puñado en una mano y apretarlo. Si queda duro mientras lo tenemos apretado y cuando abrimos la mano se derrite lentamente, estará bien hecho. Una vez lo hemos acabado de preparar, solo deberemos añadirle el color que queramos (o los colores). Para ello, separaremos la mezcla entre diferentes recipientes más pequeños y añadiremos el colorante. Para que el oobleck se tiña del color, solo deberemos mezclarlo hasta que quede homogéneo. Otra opción es teñir el agua antes de mezclarla con la maicena. En ese caso, deberemos tener en cuenta los recipientes diversos y las medidas de los ingredientes para que nos salga bien.
Os aguantará varios días en un bote cerrado en el refrigerador. Y, si la tiráis por un desagüe, diluidla con mucha agua.
Ya veréis lo sencilla de preparar que es y lo bien que lo pasarán los peques experimentando con este líquido casi mágico.
Fuente imagen: Pinterest
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