Sencilla receta casera para hacer pintura de dedos “comestible”

Sencilla receta casera para hacer pintura de dedos “comestible”. Una estupenda manera de pasar una tarde con vuestros peques es preparar esta sencilla receta que os dejamos. Además de ser un estupendo recurso para estimular su desarrollo sensorial y creativo, les resultará de lo más divertido «pintar» con ella. La pintura de dedos casera es muy sencilla y rápida de hacer y, lo mejor es que los peques también pueden ayudar a prepararla. Así que podéis aprovechar y experimentar con ellos en la cocina, con todos los beneficios que ello les aporta (experimentos divertidos, conceptos matemáticos, etc…).

Qué se necesita

• Recipientes con tapa hermética (hemos de tener disponibles tantos como colores deseemos preparar)
• Recipiente metálico para calentar el agua (una olla o un cazo)
• Agua (250 ml)
• Harina de maíz (30 gr)
• Azúcar (25 gr)
• Sal (1 gr)
• Colorantes alimentarios

Ya veis que no os resultará difícil prepararla porque sus ingredientes suelen estar en todas las cocinas y, además, les damos un uso totalmente culinario. Por eso, si los peques se la llevan a la boca podremos estar totalmente tranquilos. De todos modos, os recordamos que tampoco debemos dejar que la ingieran deliberadamente. Su finalidad es pintar con sus manitas sin peligro de intoxicación.

Cómo prepararla

El proceso es fácil y rápido. Pondremos en la olla que tendremos lista para ello todos los ingredientes, menos el colorante alimentario. Los mezclaremos y los pondremos a calentar a fuego lento. Removeremos con una cuchara de madera hasta que la mezcla adquiera la consistencia de una crema espesa. Cuando la alcance, será el momento de retirarla del fuego y repartirla en los diferentes recipientes que tengamos listos. Una vez repartida, iremos poniendo los diferentes colorantes en cada uno de los recipientes y removerlos para que toda la mezcla se impregne del color. La intensidad del color la podéis ajustar a vuestro gusto (o el de los peques), aunque aconsejamos usar colores vivos, para lo que usaréis más gotas de colorante. Cuando esté lista, cerramos los recipientes y esperamos a que se enfríe para poderla utilizar. Los peques se lo pasarán genial con ella. Y para conservarla para usos posteriores (puede durar en nevera hasta una semana, dependiendo del uso que le deis), no olvidéis cerrarla bien para que no entre el aire y se conserve mejor y más tiempo.