El jardín de los números. Un bonito juego para aprender a contar en el rincón de matemáticas

El jardín de los números. Un bonito juego para aprender a contar en el rincón de matemáticas. Otra estupenda idea para organizar una actividad que nos permita trabajar con los más pequeños, de manera divertida y muy vistosa, varios conceptos matemáticos, como son los números en cuanto a cantidad e identificación de su trazo, así como los colores, y además con ella realizamos un trabajo de psicomotricidad fina, al tener que utilizar las pinzas para enganchar las etiquetas.

En esta ocasión ha preparado un ramo de «flores» con los que los peques aprenderán a contar y a reconocer los números y los colores.

Cómo preparar nuestro «jardín» de flores

Para hacerlo solo necesitamos cartulina de colores diversos (es mejor si son colores llamativos), pinzas de colores, una huevera de cartón y un rollo de papel higiénico

En primer lugar, prepararemos la base de la «planta» donde luego irán colocadas las flores, para lo que doblaremos una tira de cartulina verde y le haremos unos cortes . Una vez hechos los cortes, la enrollaremos sobre una base redonda (ideal un tubo de papel higiénico) y la pegaremos, de manera que nos quede un círculo de tiras verdes. Una vez preparada la base, haremos las etiquetas con los números (círculos de cartulina) y las flores (pueden ser del mismo color de la etiqueta que está en la planta, de manera que cuando la enganchen completen la flor toda del mismo color) también con los números escritos en ellas.

Cuando tenemos todo el material listo, ya solo nos queda pedir a los peques que miren las etiquetas, digan el número que tienen escrito y el color que tienen, y busquen la flor que les corresponde y las enganchen en su sitio correcto, de manera que coincidan números y colores.

Podemos ir aumentando el número de flores y plantas a medida que los peques trabajan los números, de manera que vayamos subiendo el nivel de dificultad de la actividad.

Es una estupenda actividad para dejar lista en el rincón matemático, sobre todo en época primaveral, ya que  los peques pueden ir a trabajarla de manera autónoma, una vez que conozcan su mecanismo.