Nuestra querida amiga María Luisa, nos envía esta maravilloso cuento/testimonio con un bonito mensaje dirigido a todos los educadores y docentes.
Aprendemos a ser mejores
¡Reflexiones de una maestra!
Estaba en una urbanización llena de árboles y plantas, podías ver a las lagartijas y salamandras tomando el sol. Las ardillas corrían por los cables de la luz y los caracoles se comían las hojas de las plantas. Todo un privilegio.
Era una escuela infantil, antes se llamaba guardería infantil porque no solamente enseñaba a los niños también les guardaba de todo mal. Se llamaba OKAPI. Es un animal que vive en el Congo, no le gusta vivir encerrado y como a María Luisa tampoco le gusta la falta de libertad por eso le gustó ese animal.
Es una mezcla entre jirafa y cebra. Cuando eran novios su marido le hizo un dibujo precioso, sería su mascota. Le pondría okapi a su guardería.
Quería ser un lugar donde aprender y divertirse, el segundo hogar para los niños que iban todos los días.
Ana, Jaime, Juan, Leonor, Pedro, Juanma y muchos más que estaban felices y deseando llegar. Patricia llamaba Mamá Luisa, en vez de María Luisa. Y es que para ella eran sus hijos también.Se disfrazaban, hacían teatro, trabajos manuales y ella también se disfrazaba de Blancanieves. Muy apropiado porque «enanos» no le faltaban. Los bebés se abrazaban a sus muñecos y así se quedaban dormidos. Ella se buscaba sus trucos para que Diego pensase que estaba con él pero ella se iba y dejaba un peluche que le daba calorcito y seguridad.
Esos pequeños ahora son hombres y mujeres. Son profesores, médicos, ingenieros o abogados. Algunos con la profesión más difícil del mundo: son padres y madres.
Un día preguntaron a María Luisa el método que había utilizado para enseñar a leer y escribir, el sistema que empleaba para la estimulación precoz en los bebés. Siempre que hablaba con maestros salía el tema de la importancia de la psicomotricidad, la educación sensorial y los bits de inteligencia.
Ella siempre contestaba lo mismo:
“Uso varios métodos, ninguno en concreto, observo las dificultades y las capacidades de cada uno y le ánimo a superar los problemas y potenciar sus facultadas. Ninguno es igual para mí. Solamente utilizo un sistema, único para todos: quererles mucho y a cada uno como es.»
Nota: El okapi es, un animal oriundo del Congo (África), mezcla entre cebra y jirafa. Difícil de vivir en cautividad.
¿Tienes un proyecto educativo interesante? Estamos buscando colegios y/o docentes que realicen experiencias educativas innovadoras. Queremos contar vuestra historia para que la conozca mucha gente. ¿Nos la explicáis? Escribidnos a info@actividadesinfantil.com y nos pondremos en contacto con vosotros.
Es muy hermoso, yo también soy maestra y trato de usar ese método con mis alumnos. No falla.
Nos alegramos mucho de que te sea de ayuda, Patricia. Un abrazo!
Gracias hermoso relato el verdadero metodo es el amor y la comprension.
Gracias por tu comentario, Elizabeth. Toda la razón, un abrazo! 🙂