Un cuento con valores sobre la familia que nos trae de nuevo María Luisa. En esta ocasión nos habla de la organización, de la constancia y del esfuerzo y nos vuelve a aportar su granito de arena, a través de sus bonitos cuentos, para ser mejores personas. Esperamos que os guste.
La familia se va a Marte
Era el año 2.523. La familia Martínez partió para Marte con otras siete familias más. Recordaban los años en los que sus bisabuelos iban a Disneyland a París o a Orlando a pasar unos días. Los tiempos cambian pero la familia sigue siendo muy importante porque en ella nos educamos y nos cuidamos.
Antes iban en avión. Ahora se meten todos en una especie de caja y se transportan, en una hora están en Marte. Le llaman el planeta rojo y hay unos paisajes preciosos. Allí llegaron algunas personas y decían que se ve el planeta Tierra de color azul. Los marcianos todavía no han aparecido, pero seguro que en algún otro sitio de este universo tan bonito que tenemos hay vida. Habían pensado ir a la luna, pero al final se decidieron por el planeta rojo.
Cuando llevaban allí una semana les dijeron que no podían volver porque la cápsula espacial se había estropeado. Desde la tierra no podían llegar otras naves espaciales porque habían perdido la conexión y la órbita con Marte.
Los niños lloraban, no volverían a ver a sus amigos del colegio, ni su casa, ni a sus abuelos. Se acabaría la comida y el agua.
Los padres les consolaban diciendo que no podían lamentarse y no hacer nada. Hay que esforzarse.
Hicieron unos invernaderos para cultivar verduras con las semillas que tenían. Con oxígeno e hidrógeno hicieron agua. Aprendieron que el agua tiene oxígeno e hidrógeno.
Insistieron e intentaron una y otra vez hasta que pudieron comunicarse con la Tierra.
Todas las noches las familias se reunían para explicar lo que habían hecho y organizar lo que debían hacer al día siguiente. Todos se ayudaban y consolaban a los que necesitaban ánimo.
Después de varios meses de insistir e intentar comunicarse con la Tierra, oyeron una voz y después una imagen que decía:
– Os escuchamos, aquí España. Vamos a ir por vosotros.
Todos aplaudieron al oír estas palabras, pronto estarían de vuelta.
Cuando llegaron a casa, no volvieron a quejarse de la comida. No necesitaban juguetes caros para divertirse, aprendieron lo importante que es la familia. Entendieron lo necesario que es compartir con los tuyos el tiempo.
Se dieron cuenta que con constancia y con esfuerzo se consigue todo lo que te propongas.
Con este cuento con valores, nos damos cuenta de que, el esfuerzo, la colaboración entre todos y el trabajo continuo, son indispensables para conseguir lo que queremos.
© María Luisa Martínez Robles
Si os gusta «El cuento con valores de la semana» os invitamos a que leáis «Me caes bien»
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