Arte en movimiento: Pintamos con centrifugadora

Arte en movimiento: Pintamos con centrifugadora. Una divertidísima técnica plástica que encanta a los peques y que les permite crear fantásticas y muy vistosas «obras de arte» con las que daréis un toque muy alegre a su habitación o a su rincón favorito.

Qué necesitamos

• Pinturas de diferentes colores
• Papel en forma circular (pueden recortarlo los niños)
• Centrifugadora de verduras

Cómo pintar con centrifugadora

• Protege bien la zona donde se realizará la actividad para evitar manchas.
• Coloca el papel circular en el fondo de la centrifugadora.
• Elige las pinturas que se utilizarán y viértelas sobre el papel en la centrifugadora. Los niños pueden elegir los colores o se les puede guiar en la elección.
• Tapa la centrifugadora y asegúrate de que está bien cerrada.
• ¡A jugar! Haz girar la manivela de la centrifugadora lo más rápido posible.
• Observa cómo las pinturas se extienden y se mezclan libremente, creando efectos sorprendentes en el papel circular.
• Repite el proceso con diferentes combinaciones de colores y velocidades de la centrifugadora para obtener resultados únicos en cada obra de arte.

Cada obra de arte será única y no habrá dos iguales. Los colores se mezclarán de manera libre y crearemos unos efectos muy bonitos. ¡Además, a los niños les encantará girar la manivela! Recuerda que es importante cubrir todo bien para no mancharnos.

Objetivos de la actividad 

• Desarrollar la creatividad y la imaginación a través del uso de diferentes técnicas y herramientas artísticas.
• Promover la experimentación y el aprendizaje a través del descubrimiento de cómo los colores se mezclan y se combinan para crear nuevos tonos y efectos visuales.
• Fomentar la motricidad fina y la coordinación ojo-mano al utilizar la manivela de la centrifugadora y manejar las pinturas.
• Estimular la curiosidad y la exploración a través de la manipulación de la centrifugadora y los materiales, descubriendo cómo funciona y qué efectos se pueden lograr.

Esta actividad tiene varios beneficios para los niños. En primer lugar, les permite experimentar con diferentes materiales y técnicas artísticas, lo que fomenta su creatividad e imaginación. Además, el uso de la centrifugadora para verduras les ayuda a desarrollar su coordinación y destreza manual al girar la manivela.

También se pueden trabajar conceptos como la mezcla de colores, ya que los niños pueden ver cómo se combinan los diferentes colores al girar la centrifugadora. Por otro lado, al ser una actividad divertida y dinámica, les permite disfrutar del proceso creativo y desarrollar su autoestima al ver el resultado final de su obra de arte.

Por último, el hecho de que cada obra sea única y diferente les enseña a valorar la diversidad y a respetar las diferencias individuales de cada uno. En resumen, esta actividad plástica es una forma divertida y educativa de fomentar la creatividad y la motricidad fina en los niños.

Fuente imagen: Toddler Aproved