Cuando llega el momento de quitar el pañal, nuestra cabeza comienza a llenarse de dudas. No sabemos como manejar esta situación y nos preguntamos si, tanto nuestro hijo como nosotros, estamos preparados para llevar a cabo el control de esfínteres.
¡Tranquilos! Todas esas dudas son normales y con este post lleno de consejos intentaremos que salgáis airosos de esa “batalla”.
Lo primero que debes tener en cuenta es que cada niño tiene su propio ritmo y debemos respetarlo. De este modo intenta no caer en la tentación de preguntarle a ningún conocido a qué edad quitó el pañal de su hijo, eso solo te creará más confusión. Ten en cuenta que algunos niños están preparados con 2 años recién cumplidos y otros, pasados los 3, aún no lo han conseguido ¡Ambos casos son completamente normales! Solo hay que tener paciencia y… todo llegará.
Además, llevar a cabo este proceso es decisión únicamente de los niños, ellos son los que nos mandarán las señales necesarias para indicarnos que ya están preparados. ¿Quieres saber cuáles son estás señales? Atento, aquí te las contamos:
Si tu hijo ya ha comenzado a enviarte todas estas señales ¡Enhorabuena! Ha llegado el momento de pasar a la acción.
Con mucha paciencia y cariño. Ten en cuenta que se trata de un avance muy grande en la vida de tu hijo y puede hacerle sentir inseguro y vulnerable. Por ello debes ir paso a paso, sin prisa. Deja que tu “peque” asimile que algo va a cambiar.
Enseñale a tu hijo el orinal, explicándole para que sirve y animándole a que lo pruebe. Si quieres que se sienta más seguro puedes contarle algún cuento que hable sobre el tema. Uno que funciona muy bien se titula “¿Puedo mirar tu pañal?”. De este modo generarás interés en él y evitarás el miedo a lo desconocido. Permanece con esta rutina durante unos días, intentando que el “peque” se siente en el orinal. Si no se muestra receptivo ¡no le obligues! El miedo poco a poco pasará y, entonces, accederá a usarlo.
Una vez que el niño conozca el orinal y se sienta cómodo y seguro allí sentado, podremos dar otro paso más. ¡Enhorabuena! Estáis avanzando mucho.
Ahora necesitamos empezar a controlar el pis/caca. La mejor manera de hacerlo será dejando el pañal puesto. No tengáis prisa en quitarlo o podréis encontraros con un fuerte retroceso de todo el proceso. Comenzaremos sentando a nuestro hijo en el orinal cada hora y media, intentando mantener el pañal seco durante este tiempo. Si observásemos que está mojado (aunque solo sea un poco) lo cambiaremos por otro nuevo, demostrándole la comodidad de un pañal seco “Que bien se está con este pañal limpio ¿no crees?”.
Si ha conseguido hacer pis o caca en el orinal ¡Es la hora del aplauso! Premiaremos a nuestro hijo verbalmente, con palabras halagadoras “¡Qué bien!” “¡Eres un chico muy mayor!” De lo contrario, si no ha conseguido hacer nada, pondremos un nuevo pañal sin mencionar lo sucedido. Recordad que debemos reforzar lo positivo y no castigar lo negativo. Esperaremos de nuevo una hora y media y realizaremos la misma acción otra vez.
Cuando consigamos mantener los pañales secos durante este tiempo ¡Será el momento de aumentar a dos horas! Realizando el mismo proceso que en el paso anterior. Sabemos que es algo cansado, pero es lo más efectivo. Si quitamos el pañal antes de tiempo podemos tener como respuesta un gran retroceso y “tiraremos por tierra” todo el trabajo realizado ¡Mejor no arriesgarse!
¿Tú hijo ya es capaz de mantenerse seco y limpio por dos horas? ¡Genial! Es la hora de despedirnos del pañal, al menos por el día. Trata de recordarle que no lleva pañal y que debe pedir el pipí/caca para no mancharse.
Por la noche aún deberás mantener el pañal durante algún tiempo, aún es pronto para quitarlo. Pónselo antes de ir a la cama y quítalo en cuanto se levante. Cuando observes que lo mantiene seco durante varias noches seguidas será el momento de retirarlo del todo.
¡Atención! Es posible que haya fugas, sobretodo de caca. ¡No te alteres! Piensa que es un momento de mucha presión para tu hijo y qué está aprendiendo lo mejor que puede. Ten paciencia y recuérdale que debe pedirlo. No le regañes ni accedas al chantaje emocional. Frases como “Pensaba que eras un niño mayor” o “Si te haces pis los amigos no querrán jugar contigo” les harán sentir más presionados y empeorará todo el proceso.
Anímale, hazle creer en sí mismo y dile que es capaz de conseguir todo lo que se proponga. Piensa que este proceso es muy emocional, su vida está cambiando y necesita apoyo y comprensión.
En caso de estar malito, por ejemplo, con gastroenterítis o diarrea, no caigas en el error de poner el pañal. Es mejor cambiar la ropa interior tantas veces como sea necesario antes que retroceder en todo lo logrado. Piensa que el niño a adquirido un nuevo hábito que le ha costado mucho lograr ¡Y a nadie nos gusta que destrocen los logros que ton tanto esfuerzo hemos alcanzado!
¡Ánimo! Habéis emprendido un largo viaje y seguro que, juntos, llegaréis a buen puerto.
¿Tienes un proyecto educativo interesante? Estamos buscando colegios y/o docentes que realicen experiencias educativas innovadoras. Queremos contar vuestra historia para que la conozca mucha gente. ¿Nos la explicáis? Escribidnos a info@actividadesinfantil.com y nos pondremos en contacto con vosotros.
Hola!!!
Me interesa recibir informacion para ayudar a mi hijo; él fue diagnosticado con trastorno de deficit de atencion con hiperactividad y no concuerdo con este diagnostico.
Él aprende motivado por su interes interno y de forma tan rapida que impresiona!!
El problema es que la enseñanza tradicional no es la mejor para el y en el aula de clase se vuelve insoportable para el docente.
Antes de los 2 años mi hijo cantaba tangos y otras canciones populares, demás esta aclarar que hablaba perfecto. A los 3 años reconocía diferentes marcas y modelos de automoviles describiendo caracteristicas técnicas, cuando le interesaban le conseguiamos revistas temáticas y le leíamos lo que decía de cada auto y asi lo aprendió.
A los 4 estaba ya alfabetizado y leía todo lo que llegaba a su vista y manos.
En el ingreso a la educación formal, comenzó con berrinches, actos de violencia y no querer asistir a clase. Su refugio era la biblioteca escolar y se reusaba a realizar tareas como el resto de sus compañeros.
La primaria fue muy tediosa y ahora en la secundaria esta resignado a no aprender!!
Intento de formas distintas de incentivarlo, sin lograrlo
Cualquier aporte me ayudaria muchísimo
El actualmente esta medicado pero creo que no tiene ningún problema, todo lo contrario es muy capáz de aprender. Lo que falla es el método de enseñanza.
No se si acá en Argentina, Buenos Aires, Coronel Rosales ; exista alguna escuela Montessori.
Me gustaria que recupere esas ganas de aprender que el sistema educativo formal le quitó
Hola, María! Siento lo que me comentas de tu pequeño. No conocemos ninguna escuela basada en el sistema Montessori en Buenos Aires, pero seguro debe haber alguna. Preguntaremos a unos conocidos cercanos a ti por si conocen algún centro que utilice este método. Un saludo.
Hola, intenta buscar una escuela activa, tu chico es superdotado seguramente y no está siendo apoyado. Adecuadamente. Yo soy Pedagoga en México, la escuela Freinet hubiera sido ideal para el.