Es sabido desde siempre que beber aproximadamente 2 litros de agua a diario es fundamental para que nuestro organismo goce de un buen funcionamiento. Esto se debe a que entre el 65 y el 70 por ciento de nuestro cuerpo está formado de agua. De allí, la famosa expresión de que el agua es “el líquido vital”.
Pese a esto, sabéis lo complicado que se hace a veces, lograr que los peques se hidraten regularmente, ya que no les resulta tan sabrosa o, porque por el simple hecho de jugar, se les olvida tomar agua.
Sin embargo, puede ser mucho más divertido y sano, si en lugar de solo agua, podemos disfrutar de zumos, infusiones y aguas de sabores. Estas bebidas tienen grandes propiedades y es muy saludable tomarlas durante todo el año.
En primer lugar, porque el agua con frutas hecha en casa o en el Jardín de Infantes es 100% natural y saludable. Está libre de azúcares, edulcorantes y otros componentes químicos, que tanto daño nos hacen, y porque, con un solo vaso de esta fresca bebida, los peques estarán hidratados y, además consumirán vitaminas, proteínas, minerales y, fibras, que el cuerpo necesita para un mejor crecimiento.
La receta es súper sencilla. Y además, muy divertida para preparar con nuestros niños, iniciándolos, al mismo tiempo, en la toma de conciencia para lograr una alimentación y, por consiguiente una vida saludable. Solo se necesitan agua, frutas y algunas hojas aromáticas, como la menta, que le aportará un toque de frescor.
En primer lugar se corta la fruta elegida en rodajas que se colocarán en un bol y se machacará un poco para que suele su jugo, luego añadimos agua y, ¡listo! Tendréis una refrescante y sana bebida para los peques y el resto de la familia en un santiamén. Si a los peques les molesta los trocitos de pulpa, antes de agregarle el agua, pasad la fruta machacada por un colador y extraer todo el jugo posible. Ya solo quedará servirla en el vaso. Es entonces cuando añadiremos las hojas aromáticas, y un poco de hielo triturado. Si algún sabor resulta muy amargo al paladar de los peques, se puede agregar una cucharadita de miel.
Anima a tus peques y poneos manos a la obra en la cocina. Así, juntos disfrutaréis inventando nuevas combinaciones y nuevos sabores. Acompañado de frutos secos, mermeladas y galletas, puede convertirse en una merienda estupenda y educativa, ya que habrán experimentado, manipulado, aprendido nuevo vocabulario, y trabajado en grupo.
Ahora que conoces los beneficios de estas aguas frutales, no lo dudes, comienza a prepararlas y consumirlas a diario y haz que tus peques adquieran hábitos saludables.
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