Los conceptos científicos son, en ocasiones, muy difíciles de explicar. En este caso, explicar qué y cómo es una nebulosa, se convierte en algo complicado de entender para los peques.
Afortunadamente, todo lo relacionado con el cosmos, la astronomía, el cielo y, las estrellas, tienen magia, un misterio especial, a los cuales no pueden resistirse los peques.
Y, si además lo acompañamos de un experimento, el éxito de la actividad y el aprendizaje está, prácticamente, asegurado. ¿Qué peque podrá resistirse, por ejemplo, a tener una nebulosa en su clase?
Las nebulosas son nubes de gases y polvo, que se encuentran en el espacio. Algunas de ellas son regiones que albergan a nuevas estrellas que se están formando.
Vale decir, en palabras de niño, un pedacito de cielo donde se alojan las estrellas al nacer.
Os sugiero que antes de comenzar el experimento, converséis en asamblea, acerca de qué es una nebulosa, de esta manera lograreis aumentar la curiosidad y las expectativas de los peques.
También podréis ver vídeos de cómo se forman o, jugar con preguntas locas dando iniciación al método científico, por ejemplo: ¿Qué cosas se podrán ver desde allí arriba?, ¿Qué forma tendría tú nebulosa favorita?, ¿Podríamos tener una en la sala?…
Si el grupo está motivado lograréis, no solo, realizar la experiencia, sino también trabajar otros contenidos como: los colores, las texturas, las formas, los tamaños y, la distancia, entre otros.
Es muy sencillo, no habrá problemas en que cada peque realice su propia nebulosa, siempre y cuando el grupo esté supervisado por un adulto para evitar accidentes importunos.
Los materiales que necesitáis son:
Cada peque llenará aproximadamente 1/3 de su recipiente con agua, luego añadirá un poco de tinta o pintura del color que desee y un poco de purpurina, cerraremos el frasco y agitaremos.
Finalmente, se cogerán algunas bolas de algodón, se estirarán un poco con las manos y se introducirán en el frasco.
Lo importante es apretar bien el algodón con un palillo, para que forme las nubes blancas e impida que los colores se mezclen del todo.
Una vez que esté lleno, el frasco se cerrará y por sus paredes se podrá observar una simulación de una nebulosa.
La combinación de colores de tinta, se irá mezclando con el agua y la purpurina adhiriéndose a los algodones, cobrando formas y mezclas de colores impensadas.
Si los peques agitan suavemente el frasco, las partículas de purpurina nadarán en la tinta produciendo un maravilloso efecto visual, haciendo que la experimentación parezca muy real.
Esta es una bella manera de despertar, en la sala, la curiosidad por los fenómenos naturales e, iniciar a los peques en la comprensión de la formación del universo.
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