La canción del Monstruo de la Laguna

Seguramente os ha pasado que, cuando la clase es un caos y ponéis una canción todo cambia, se produce cierta forma de magia.

Una magia que esencialmente, consiste en proporcionarles a los peques un tiempo y un espacio libre de cualquier otra finalidad que no sea la del placer por la música misma. Un tiempo con licencia para disfrutar.

Las canciones son ideales para optimizar la cohesión grupal, especialmente en esos momentos en que os encontráis atravesando o saliendo del período de adaptación, en los cuales, los peques que apenas se conocen, se vuelven íntimos por un rato y, entablan una conversación a partir de los gestos y los movimientos.

Desde la música, espontáneamente. se produce una mayor y mejor participación en la sala, en la relación con los compañeros y con el docente al compartir o interactuar a través del juego y las actividades musicales.

En este sentido, la música se manifiesta, como un nuevo medio de comunicación.

Así, las canciones infantiles constituyen un instrumento valiosísimo para los maestros de infantil, pues les permite trabajar los diferentes elementos curriculares de una manera transversal, positiva y ventajosa. Una herramienta que facilita el proceso de aprendizaje de niños y niñas en un ambiente positivo, acogedor y estimulante.

Una idea a partir de las canciones tradicionales.

Las canciones infantiles conforman un dispositivo primordial en la educación de los peques, siendo importantísimo su continuo acercamiento desde las edades tempranas. Seguramente vosotros habéis usado, muchas veces, la música como herramienta pedagógica, siendo ésta un patrón efectivo en el ámbito educativo. Mediante su uso los peques se puede expresar libremente, además de adquirir conocimientos de forma lúdica y didáctica.

Con el ritmo musical del folclore y de las canciones de toda la vida, no solo podemos trabajar los conceptos deseados, sino que, además, estamos mostrando un patrimonio cultural propio. Cada canción folklórica es una puerta abierta para imaginar, pensar, preguntar, investigar. Esto se debe a que contienen las tonadas de la zona donde viven, el humor, la sorpresa, la emoción y, la creatividad que territorializan el quehacer docente y que le ponen el sello propio de cada lugar.

El Monstruo de la Laguna

Esta es una bonita canción con la que trabajaremos  el esquema corporal y los movimientos de las diferentes partes del cuerpo. Es ideal para peques de entre 2 a 5 años,  y, con ella, ejercitaremos, no solo las partes del cuerpo, sino también, conceptos como: disociación, coordinación motriz, percepción, manejo y ubicación en el espacio y, relación estímulo sonoro-movimiento.

Hay que tener presente, eso sí, que este tipo de canciones da mejor resultado si las trabajáis con grupos de menos de veinte niños y que, al cantarlas es preciso hacerlo con tono de voz moderado para no forzar el aparato fonador.

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