Algunas soluciones para el estrés docente

El estrés es uno de los factores que causa más bajas entre los docentes. Y es comprensible. La docencia es una de las profesiones en las que se sufre a niveles alarmantes, ya que además de cumplir sus funciones, el docente actual, tiene que ser mediador, abogado penalista, sociólogo, psicólogo, especialista en recursos humanos, especialista en derecho civil, y con inalterable serenidad dar respuesta inmediata a toda problemática que llega en cualquier momento y que desestabiliza la mejor agenda de trabajo.

Frente a tanta demanda de la sociedad, de las familias, de las autoridades, de los docentes…… Como profesores nos sorprendemos a nosotros mismos diciendo: “yo no estudié para esto” o “yo sólo quería ser docente”

Esta nueva realidad ha llevado a los profesores de hoy a ser verdaderos líderes de una gestión integral. Han tenido que desarrollar una enorme cantidad de nuevas competencias que potencian su mirada pedagógica.

Y esto es excelente. Ahora… si le sumamos la hiperdemanda de una sociedad líquida, en continuo cambio, imprevisible, a veces agresiva, todas estas ventajas se ven afectadas.

Vemos que los docentes se preparan muy intensamente. La mayoría quitan horas a su tiempo de descanso, con la mejor de las intenciones. Buscan desarrollar competencias que ellos mismos perciben necesarias para su gestión.

Entonces… Es tiempo de pensar, de revisar conceptos y estrategias para no llegar al  pensamiento que asalta a muchos profesionales de la educación en gestión directiva. «No encuentro sentido a lo que hago»

Frecuentemente, las medidas que se toman a nivel docente se piensan desde lo racional. No se considera el hecho de que para el éxito de cualquier gestión es necesario un verdadero entendimiento del lado emocional de la toma de decisiones. Por consiguiente, es necesario que los docentes en general y los directores, en concreto, sepan gestionar sus emociones para desarrollar una buena relación de equipos y transmitir motivación a sus docentes.

Os sugerimos algunos consejos para reducir el alto nivel de estrés al que están expuestos los cargos de dirección y no caer en esa rutina que desemboca en un callejón sin salida.

¿Qué podemos hacer para evitar el estrés docente?

• Planificar a conciencia tomándose el tiempo necesario para hacerlo. Una planificación precipitada provocará que los problemas surjan en el peor momento. Lo ideal es apostar a equipos de trabajo y, hacer una previsión de las necesidades futuras.
• Cuidar la equitativa distribución de las cargas de trabajo. Cuando el trabajo a realizar se distribuye de manera desigual entre los docentes de la misma institución, se genera frustración, se cometen errores por trabajar a desgano y, aparecen los conflictos interpersonales.
• Saber priorizar: todas las tareas no tienen el mismo grado de importancia. Saber priorizar es esencial para transmitir seguridad y tranquilidad al resto del personal.
• Respaldar el bienestar de las personas: un equipo que posea un descanso adecuado podrá liberar tensiones equilibradamente y, un espacio en el que se cumplen los horarios de trabajo será vital para lograr un resultado más productivo y, docentes más motivados.
• Fomentar cualidades como la calma, la calidad mental, la empatía y la creatividad. Habilidades imprescindibles para el éxito.