¿Qué es la caja de los miedos?

¿Existe una caja de los miedos? Pues claro que sí, y ayudará a nuestros peques a guardar sus miedos y sus temores en ella. ¿Queréis saber cómo?  Os lo explicamos.

Existen temores de lo más variados, algunos más comunes, otros más raros, algunos reales otros imaginarios, pero lo seguro es que el miedo es una sensación que todos atravesamos.
Los miedos se experimentan en los peques desde muy temprana edad:

• primero aparece el miedo a los extraños,
• a caerse,
• a estar solos,
• un poco más tarde comienzan también las pesadillas,
• su imaginación les juega malas pasadas y fantasean acerca de monstruos, fantasmas, personajes del cine o la televisión,
• después aparece el miedo a la oscuridad,
• comienzan a desarrollar el temor a algunos animales ,
• el temor al fracaso escolar,
• a la crítica,
• al rechazo por parte de sus iguales…

Pero más allá de ciertas recurrencias, lo distintivo de los miedos es que cada uno, en función de sus características personales y de sus vivencias particulares, experimentará los miedos de forma diferente o en momentos distintos, y no todos tendrán los mismos temores, ni a las mismas cosas, ni a las mismas situaciones.
El hecho de que los temores infantiles sean universales hace que no podamos evitarlos, pero sí podemos evitar reforzarlos con castigos o amenazas tradicionales: “pórtate bien o viene el hombre de la bolsa”, “duérmete o viene el cuco”, “si sigues llorando yo me voy y te quedarás sólo”, “a los chicos que mienten se los lleva una bruja”, y tantas otras expresiones.

¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestros peques a superar sus miedos?

Los peques deben ir integrando las diferentes emociones que experimentan, y el miedo forma parte natural de nuestra vida desde el inicio.
Como docentes debemos darles lugar a que hablen de sus miedos, que se sientan libres de contarlos, porque así podrán elaborarlos y superarlos naturalmente.

Os damos algunos tips que podrán colaborar con esta tarea:

• Guiar a los peques para que puedan identificar qué los produce.
• Hablar en asambleas sobre lo que les causa temor. Hacer que se sientan escuchados y comprendidos.
• Enseñarles a no preocuparse excesivamente por las cosas y a encontrar soluciones a los problemas que le surgen.
• Transformar lo aterrador en algo gracioso, mediante dibujos, bromas y juegos.
• No transmitirles nuestros temores.
• No hacerlo sentir avergonzado ni hacerles sentir que sus temores son incorrectos.
• Transmitirle seguridad y confianza, fomentando su autoestima y autonomía.

 “LA CAJA DE LOS MIEDOS”

Solo necesitáis una caja vacía y decorada. La podéis presentar en la  asamblea y será la caja en la que cada peque, guarde su miedo bajo llave para que este no vuelva a molestarlo.
La manera de utilizarla es muy sencilla. El docente tomará nota de los miedos que narren sus alumnos y los guardará dentro de la caja.
De esta manera, los peques podrán decirlo y confiar, a la vez que ganarán en seguridad y confianza en sí mismos. La caja quedará habilitada, para cuando algún niño quiera traer un miedo. Se podrán guardar en cualquier momento y, nadie podrá soltarlos, excepto el niño que lo guardó.

Los miedos forman parte del desarrollo normal de los niños. Es común que estos temores desaparezcan progresivamente a medida que los peques crecen. Son miedos habituales a casi todos los niños, casi siempre pasajeros, con poca fuerza emocional y, característicos de una etapa evolutiva concreta.
Solo debemos preocuparnos si el miedo empieza a condicionar la vida del niño, entonces el valor adaptativo del miedo ya no está presente y habrá que consultar con especialistas.