Aprender a escribir es un proceso largo y, en ocasiones, tedioso para los peques. Deben haber alcanzado cierto grado de madurez en su desarrollo motriz, concretamente en el aspecto de motricidad fina.
El control de los movimientos de sus manos, la coordinación óculo-manual, la direccionalidad, etc, son aspectos que debe tener bastante adquiridos para iniciarse en el mundo de las letras.
Por eso, es bueno para ellos, ayudarle a potenciar todas las habilidades y destrezas necesarias para poder iniciarse en el mundo de la escritura. Afortunadamente, hay multitud de actividades que realizan un trabajo de grafomotricidad estupendo de manera lúdica. Así los peques jugarán y aprenderán lo necesario sin darse cuenta.
Y, recordad que no hay que forzar el proceso de aprendizaje. Podemos estimular al peque para, ayudarle a adquirir esas destrezas y conocimientos necesarios para ello, pero no forzarlo, ni reñirle. En todo momento deben sentirse seguros y no perder la confianza en sus posibilidades y sus progresos. Eso sí, si nos pide ayuda, démosela, pero no hagamos la tarea por él o ella, dejemos que sean ellos mismos los que la realicen, es la mejor manera de que realmente aprendan.
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