La teoría de las inteligencias múltiples nos dice que cada uno de nosotros tiene capacidades que, de manera natural, desarrolla más que otras. Es lo que siempre hemos oído cuando decimos aquello de… Es muy bueno para los idiomas, se le dan genial las ciencias, saca muy buenas notas en matemáticas, etc. ¿Os suena, verdad?
Lo ideal sería descubrir cual es nuestro punto fuerte y potenciarlo, porque cuando uno hace algo y, además, disfruta haciéndolo, el éxito está asegurado.
Es sencillo. Lo que debemos hacer es proponer actividades que trabajen cada una de ellas y, a partir de ahí, observar como se desenvuelve el peque en cada una de ellas. Poco a poco, se irá perfilando sus potencialidades y sus gustos, y podremos trabajarlas más a fondo con cada uno de ellos y ellas.
Eso no quiere decir que olvidemos las demás. Hay que trabajar todos los aspectos cognitivos, potenciando aquellos en que de manera natural destaque, y reforzando los que no. Y, siempre lo haremos proponiendo a los peques actividades divertidas y atractivas que llamen su atención.
Os dejamos unos ejemplos de actividades que podéis proponer a los peques para trabajar las diferentes inteligencias múltiples.
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