¿Qué es el rincón de pensar?

El rincón de pensar es un recurso muy utilizado tanto en casa como en los colegios y cuya finalidad es ayudar a los peques a desarrollar su capacidad de autocontrol emocional. 

¿Qué es el rincón de pensar?

Básicamente, es un espacio en el que se coloca una silla en la que los peques se sentarán y «pensarán» en el problema o cuestión que los haya llevado hasta allí. Su finalidad es que los peques puedan pararse y tomar conciencia de lo que está pasando, de su comportamiento y/o de las emociones que sienten en determinados momentos.

Cuándo utilizar el rincón de pensar

Este recurso suele utilizarse en momentos de conflicto, cuando han hecho algo que no es correcto y deben comprender y valorar su propio comportamiento. Y, también, es utilizado en momentos de emociones intensas, con el fin de que se relaje y se calme.

Bien utilizado, el rincón de pensar es un método que aporta beneficios tanto a los peques como a los adultos que les rodean. La edad más recomendada es a partir de tres/cuatro años, ya que es ahora cuando los peques pueden empezar a tomar conciencia de sus emociones y «analizar y reflexionar» sobre ellas y sobre el porqué se sienten de determinada manera.

Aunque muchas veces, el rincón de pensar se usa como castigo, no es aconsejable hacerlo así. Más bien, el uso que debemos dar a este espacio es todo lo contrario. Debe ser un lugar de calma, en el que los peques se sientan a gusto y en el que sepan que pueden conseguir esa calma que en esos momentos necesiten.

Podemos poner algunos elementos al lado de la silla para que el peque los utilice si lo considera oportuno, como algún peluche para abrazar. De esta manera, controlará su impulsividad de manera tranquila y positiva.

Es aconsejable adaptar este espacio de reflexión a peques a partir de dos años, ya que se irá acostumbrando poco a poco a el y, aunque aún no tienen la capacidad de «pensar», aprenderán que es un espacio de calma y donde acudimos con mamá, papá, abuelos, docentes, etc ( cualquier adulto que esté con ellos en esos momentos), para tranquilizarnos y hablar de lo que ha pasado. A partir de los 3/4 años ya pueden acudir solos.