Cómo trabajar la concentración de los niños con un puzzle

El montaje de un puzzle es una actividad ideal para fomentar la creatividad, la imaginación y favorecer el desarrollo de otras destrezas.

Los padres pueden ayudar a potenciar el aprendizaje de los niños proporcionándoles juguetes específicos que supongan realizar una actividad vital para su desarrollo. Un claro ejemplo son los puzzles que les ayudan desde que son muy pequeñitos. Por un lado desarrollan su psicomotricidad ya que practican el hecho de coger la pieza y por otro desarrollan la coordinación entre la mano y el ojo.

Pero lo más importante es que un puzzle para potenciar el desarrollo del bebé, como puede ser uno de madera, estimula sus sentidos y sobre todo la resolución de problemas sencillos y el factor de comprensión entre causa y efecto.

Montar un puzzle tradicional tiene muchos beneficios para los niños y niñas de todas las edades. Y es que hay puzzles para bebés desde cuatro piezas hasta otros para niños mayores con cientos e incluso miles de piezas. Cabe resaltar que a pesar de las posibilidades de videojuegos, tablets y demás aparatos electrónicos que los niños tienen a su disposición con juegos desde que son muy pequeños; los puzzles tradicionales siguen estando muy presentes y tienen muchos aficionados.

Y es que además de ser un gran entretenimiento, ofrece también diversas posibilidades ya que tenemos desde los puzzles clásicos rectangulares a los que son en relieve principalmente con monumentos famosos, pasando por los tridimensionales y los puzzles personalizados en los que podemos elegir la fotografía que queremos que salga en su puzzle.

En la búsqueda del regalo perfecto

Un detalle personalizado es siempre la mejor opción para sorprender al niño de forma efectiva. Con un puzzle personalizado acertaremos seguro. Sólo hay que acceder a la página de la empresa, subir una fotografía de calidad y elegir el formato que queremos.

También podemos seleccionar el número de piezas y el material: de cartón que son los puzzles más tradicionales, magnético que se puede adherir a la nevera o de madera, más resistentes e ideales para los niños pequeños.

Grandes beneficios para los peques

Para niños a partir de los once meses podemos elegir puzzles de tres o cuatro piezas, con la temática que más le guste para que capte su atención. Y conforme va creciendo podemos ir añadiendo un mayor número de piezas.

Los puzzles para niños muy pequeños les ayudan a descubrir formas, identificar colores y aprender por ejemplo tipos de animales u objetos. Y es el que el mayor desarrollo cognitivo se produce durante la niñez y es una etapa muy importante en la que ayudarles a evolucionar su cerebro

Un recurso educativo para el desarrollo cognitivo

Y si para los más pequeños significa una actividad entretenida de aprendizaje, para los mayores es una forma de relajarse y de divertirse en familia. Cuando los niños van creciendo un puzzle les ayuda a estimular su memoria, la capacidad de observación y concentración y la imaginación. Pero sobre todo, con cualquier juego que suponga una resolución de problemas estamos ayudándoles a tomar decisiones y trazar estrategias, algo muy importante para su desarrollo intelectual y personal.

Desde los seis años podemos elegirlos de personajes de dibujos animados que están muy presentes en sus vidas, a partir de los ocho años el paisaje de un monumento o ciudad famosa con piezas grandes y más adelante una fotografía familiar o de la mascota en un puzzle personalizado. Cuando se trata de rompecabezas más grandes, como los de mil piezas, podemos usarlos también como elemento decorativo e incluso enmarcarlos.

La importancia de los recursos educativos

Con ejercicios lúdicos les estamos ayudando a desarrollar su inteligencia y habilidad a la vez que se divierten. Los puzzles son muy atractivos para todas las edades y nos sirven también para mantener tradiciones.