Los beneficios de los juegos de toda la vida para los peques.

Los beneficios de los juegos de toda la vida para los niños. En la actualidad se escuchan frases como “los niños de hoy en día no juegan como los niños de antes”. Pero ¿a qué se debe este tipo de comentarios? Se deben a que los juegos de toda la vida presentan ciertos beneficios que no tienen los juegos modernos.

Beneficios de los juegos de toda la vida.

• Sirven para socializar: ya que cuando un niño está jugando puede animar a otros niños a jugar con él, en ocasiones hasta llegan a planificar sus próximas sesiones de juegos y también se puede observar el trabajo en equipo.
• En cuanto al desarrollo físico. Son  beneficiosos debido que se evita el sedentarismo y se fortalecen los músculos, lo que previene que los niños contraigan problemas de salud a una edad temprana.
• Experiencias inolvidables: jugar con otros niños en un entorno que resulte agradable y divertido será algo que siempre recordarán, en ocasiones se pueden establecer lazos de amistad que permanecerán por años.
• Adquieren visión espacial: ya que aprender a diferenciar el tamaño, forma y color de cada pieza.
• Seguridad: a través de estos juegos los niños se sentirán seguros, debido a las destrezas y habilidades que adquieren, aumentando su autoestima y desarrollando mayor confianza en ellos mismos.
• Fomenta la creatividad: los objetos simples pueden ser útiles, ya que con algo de imaginación pueden convertirse en algo grandioso.
• Potencia el desarrollo de la motricidad: debido a ejercicios que fortalecen la coordinación visual y motora.
• Ayuda al desarrollo intelectual y emocional: favorece el aprendizaje del lenguaje, con estos juegos los niños pueden comenzar a hablar antes de lo previsto. Por otra parte, los ayuda a solucionar rápidamente los problemas que se les presenten.
• Enseñan a convivir: al estar en contacto con otros niños deben cumplir con ciertas reglas, ser respetuosos y amable, para que haya armonía.
• Proporcionan orden, simetría y equilibro: algunos juegos activan estas capacidades, aunque el niño no es capaz de describirlas, simplemente se puede observar por la disposición de piezas como tacos y bloques.