Técnicas de relajación para niños con TEA

Técnicas de relajación para niños con TEA. En la actualidad, las técnicas de relajación no solo son dadas para adultos. Estas técnicas ofrecen un recurso de mucha utilidad para niños con ciertos problemas como Autismo, Asperger o TDAH.
A continuación te vamos a ofrecer una serie de técnicas de relajación que han demostrado su eficacia en niños con Autismo para relajarse y poder llevar con más facilidad, la vida infantil que todo niño merece.

Ejercicios para niños con TDAH

• Toca la campana. Coge una campana o un ruido penetrante. A continuación pide al peque que cierre sus ojos y escuche su sonido, pregúntale si siente su vibración. Pídele que cuando el sonido se detenga, levante su mano y que preste atención a los sonidos del ambiente que puedes escuchar después.
• Paseos conscientes. Cuando vayáis a salir de paseo, ya sea por el parque o por la ciudad, dile a tu hijo que te cuente todos los sonidos que vaya escuchando y los nombres de cada uno. A continuación, dile que te cuente que siente con cada uno de los sonidos. Por ejemplo: ¿Qué sientes cuando la brisa pasa por tu pelo? ¿Qué sientes cuando escuchas los pájaros cantar?
• Solas de los pies. Esta técnica, se desarrolló por expertos para controlar la ansiedad y la agresividad. Cuando tu hijo se enfrente a ciertas circunstancias que le causen una emoción concreta, puedes enseñarte a dirigir la atención a una parte concreta de su cuerpo. Por ejemplo, si tu hijo se encuentra nervioso al ver a una nueva persona, dile que dirija su atención a las plantas de sus pies. Pídele que salte y que sienta el cosquilleo que le produce. Esta técnica ayuda a calmar y despejar la mente durante situaciones estresantes y excitantes.
• Bote de purpurina. Esta es una de las técnicas de relajación más famosas conocidas en el momento. Se trata de llenar un bote transparente con agua, purpurina y aceite para bebé. Cuando sientas que tu hijo se encuentra nervioso o agitado, ofrécele la botella y dile que se concentre en los colores y en el movimiento de la purpurina. Esta técnica expresa una metáfora poderosa que relaciona el estado interno de la mente con un objeto visual.