Juegos divertidos para enseñar a los peques a reconocer sus sentimientos

Está demostrado que los peques viven los sentimientos con una intensidad especial. Alegría desbordante, rabietas explosivas, miedos silenciosos. No los entienden, pero los sienten. Es muy importante que los adultos los acompañemos en el reconocimiento de todos los sentimientos que experimentan con naturalidad. No es fácil, pero con paciencia y cariño, será uno de los aprendizajes más valiosos que podemos ofrecerles. La educación emocional en la etapa infantil no busca que “se porten bien”, sino que aprendan a entender lo que sienten y a expresarlo de forma sana y respetuosa.

Y, para que ese proceso sea más sencillo aún, os dejamos unas estrategias prácticas que podéis aplicar con ellos cada día y unos juegos de lo más divertido que les ayudarán a entender esos sentimientos que tienen.

¿Por qué es tan importante la educación emocional?

Para los peques es difícil, por no decir imposible, describir, en muchas ocasiones aquellos sentimientos que experimentan. Y, para lograr entenderlos y controlarlos, se hace necesario un acompañamiento desde pequeños. A través de juegos, experiencias, conversaciones, etc…, los peques van comprendiendo esas emociones que todos, en algún momento de nuestras vidas experimentamos. Enseñarles a reconocer lo que sienten y a nombrarlo les da seguridad, autoestima y herramientas para relacionarse mejor con los demás.

Numerosos estudios demuestran que los niños que desarrollan su inteligencia emocional tienen mejor rendimiento escolar, más habilidades sociales y menos dificultades de conducta. Pero no se trata de hacer charlas teóricas, sino de vivir las emociones en el día a día, desde el juego y la confianza.

Estrategias prácticas para el día a día

  • Poner palabras a lo que sienten. Cuando un niño llora o se enfada, en lugar de decir “No llores” o “Eso no es nada”, podemos decir: “Veo que estás triste porque se rompió tu juguete”. Esto les ayuda a asociar la emoción con una palabra concreta.
  • Validar sus emociones (aunque no aprobemos su comportamiento)
    Es muy distinto decir “No se pega” a decir “Entiendo que estás enfadado, pero no se pega”. Validar lo que sienten no implica justificarlo, pero sí mostrarles que sentirse mal no está prohibido.
  • Leer cuentos emocionales. Los cuentos con personajes que sienten miedo, tristeza, celos o alegría son una puerta maravillosa para que los niños se identifiquen y hablen de sí mismos. Podemos preguntar: ¿Alguna vez tú también te has sentido así?
  • Crear un clima emocional seguro. Tener rutinas, dar abrazos, escuchar sin juzgar… Todo eso construye un entorno donde los niños se sienten libres para expresarse. Y cuando se sienten seguros, pueden aprender.

Juegos divertidos para trabajar los sentimientos

  • El dado de las emociones. Haz un dado grande con seis caras. En cada cara, pega una cara que represente una emoción: alegría, tristeza, miedo, enfado, sorpresa, calma. Los niños lanzan el dado y deben representar con su cuerpo o contar una situación donde sintieron esa emoción.
  • El espejo emocional. Nos ponemos en parejas. Un niño hace una cara de emoción y el otro debe imitarla como si fuera un espejo. Luego cambiamos. Es ideal para desarrollar la empatía y aprender a leer gestos.
  • La caja de los sentimientos. Se llena una caja con tarjetas que tienen dibujos o palabras de emociones. Cada niño saca una y cuenta una situación en la que se haya sentido así. También puede inventar una historia con esa emoción.
  • Termómetro emocional. En una cartulina, dibujamos un termómetro con varios niveles (del 1 al 5). Cada mañana, los niños colocan su pinza o foto en el nivel que represente cómo se sienten. Es una forma visual de tomar conciencia del propio estado emocional.

Conclusiones sobre la importancia de trabajar los sentimientos a través de la educación emocional y el juego

La educación emocional comienza por escuchar sin prisas a los peques. Debemos permitir que nos expliquen qué y cómo se sienten. No se trata de evitar emociones negativas, sino de reconocerlas y aprender a convivir con ellas. Y, a través de los juegos, los peques aprenden a expresarse. Enseñar a los niños a reconocer sus sentimientos no es solo prepararlos para la escuela. Es enseñarles a vivir. Porque un peque que sabe decir “Estoy triste” en lugar de gritar o pegar, ya ha dado un paso enorme hacia la autonomía emocional.

Un juego manipulativo ideal para que los peques aprendan a conocer sus emociones es nuestra Ruleta de las emociones

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

actividades infantil

 

¡Asómate a mi cole!

¿Tienes un proyecto educativo interesante? Estamos buscando colegios y/o docentes que realicen experiencias educativas innovadoras. Queremos contar vuestra historia para que la conozca mucha gente. ¿Nos la explicáis? Escribidnos a info@actividadesinfantil.com y nos pondremos en contacto con vosotros.

actividades infantil

¡Únete a nuestra gran familia!

Actividades Infantil

Muchas gracias por tu visita. Esperamos que la hayas disfrutado y que te haya sido de utilidad. Si tienes cualquier duda, sugerencia o propuesta no dudes en contactar con nosotros. Estaremos encantados de atenderte,

El equipo de Actividades Infantil

Contacto