Una buena iniciativa: Las técnicas de animación a la lectura

Una buena iniciativa: Las técnicas de animación a la lectura.  Dentro de todo lo que puede hacerse a nivel personal e institucional para fomentar el hábito de leer, resulta especialmente importante el concepto de animación a la lectura , que abarca todo aquello que constituya un medio concreto y directo para inducir, estimular y orientar el deseo y el gusto de leer. Podemos mencionar como recursos, las lecturas en voz alta, charlas, comentarios, debates, juegos, concursos, competencias… todo cuanto incline a leer. Sobre todo,  a leer con gusto, es decir, bajo el signo de la espontaneidad.   Por otra parte, todo recurso de animación a la lectura deberá tener como «plato fuerte» la lectura misma, el contacto directo con un texto, y a partir de este cualquier otra actividad deberá resultar justificada y realizar una función complementaria y enriquecedora.

Son muchas las técnicas de animación a la lectura que se pueden poner en práctica. Os dejamos un listado de los tipos de técnicas en función de su clasificación, con el fin de facilitar su uso según el objetivo que trabajemos en un momento determinado.

Tipos de técnicas de animación a la lectura.

• Impregnación. Son aquellas que pretenden conseguir un ambiente que anime a la lectura. Organizar rincones de biblioteca (tanto en la escuela como en casa), el proceso de decoración con frases inspiradoras e imágenes de personajes son un buen ejemplo de este tipo de técnicas. El objetivo es lograr un espacio acogedor y atractivo al que los peques les apetezca ir para rodearse de libros y cuentos potenciando, así, el hábito lector.
• Escucha activa. Con este tipo de técnicas y las actividades que se proponen, se pretende lograr que los peques escuchen con atención. Un buen ejemplo de las mismas sería el juego del teléfono. En este juego los peques, sentados en círculo  se van transmitiendo un mensaje. Se hace uno a uno, por orden. Y se les pide que escuchen con atención para que el mensaje llegue hasta el último de los jugadores. Cuando acaban, se compara el mensaje inicial con el que ha llegado hasta el último jugador. Si es el mismo mensaje indicará que todos han escuchado con atención.
• Narración oral. Como dice su propio nombre, en este caso las técnicas que se proponen siempre tienen como base la comunicación oral. En esta clasificación entraría, desde contar un cuento a los compañeros, hasta recitar poemas, decir trabalenguas, adivinanzas, etc.
• Presentación. Lograr que los peques generen sus propios textos (por breves que sean) y los «presenten» al resto del grupo, es una estupenda técnica para leer sus propias creaciones.
• Lectura. La hora del cuento, es un excelente ejemplo de algunas de las técnicas que entrarían en esta clasificación. Con ellas el objetivo que se persigue es lograr que los peques desarrollen el hábito lector, identificando el acto de leer como algo agradable, divertida y enriquecedora.
• Postlectura. Las asambleas de clase (en casa se puede hacer en la familia) son un momento estupendo para comentar las lecturas realizadas por los peques. O nuevas propuestas que se quieran sumar al rincón de lectura. La visita de algún autor a la escuela es una gran idea para fomentar la animación a la lectura.
• Talleres y actividades creativas (referentes siempre a la lectura).  Este tipo de técnicas incluye multitud de actividades que mezclen áreas educativas variadas con el mundo de la lectura. Dibujar personajes, crear escenarios, originar nuevos cuentos con juegos en grupo, etc. Todas ellas deben fomentar la creación y la creatividad.
• Juegos (relacionados siempre con la lectura). Al igual que las anteriores, cualquier juego que tenga como temática principal el mundo de la lectura tiene cabida en este tipo de técnicas
• Promoción de la lectura y cooperación. El préstamo de libros, la escritura de cartas entre alumnos de diversos centros, la organización de actividades conjuntas para leer cuentos… Todo ello se puede clasificar dentro de este tipo de técnicas.