Consejos prácticos para apoyar a peques con necesidades auditivas en el aula.

Necesidades auditivas

 Integrar a un peque con necesidades auditivas en el aula, puede no ser un proceso fácil. Cada aula es un pequeño universo lleno de voces, gestos, sonidos, silencios, juegos y aprendizajes compartidos. Y en ese entorno, es fundamental que todos los peques tengan la oportunidad de participar activamente, sentirse parte del grupo y expresarse con libertad. Cuando uno de ellos presenta una necesidad auditiva, ya sea una pérdida parcial o total de la audición, ese universo se reorganiza. Pero no para limitar, sino para incluir. Pero, con unos buenos consejos y con algunos ajustes y una mirada atenta, es posible crear espacios accesibles, respetuosos y enriquecedores para todos.

Apoyar a un peque con necesidades auditivas no requiere cambiar por completo el funcionamiento del aula, sino hacer pequeñas adaptaciones que favorezcan su acceso a la información, su participación en las actividades y su integración social. Es importante recordar que cada niño o niña es distinto: lo que funciona con uno puede no servir con otro. Por eso, la observación, el diálogo con las familias y el trabajo conjunto con especialistas son piezas clave en este proceso.

Consejos para apoyar a los peques con necesidades auditivas en el aula

  • Cuida el entorno sonoro del aula. El ruido de fondo es uno de los principales obstáculos para los peques con dificultades auditivas. Intentar reducir al mínimo los ruidos innecesarios (ventiladores, puertas que golpean, materiales desordenados) puede marcar una gran diferencia. También ayuda organizar el aula de forma que las actividades más ruidosas se realicen lejos del lugar donde se hacen tareas de escucha o conversación. En la medida de lo posible, usar alfombras, cortinas u otros elementos que absorban el sonido mejora la acústica del espacio. Si el peque utiliza audífonos o implante coclear, será muy sensible a los ecos o a las voces lejanas.
  • Sitúa al peque en un lugar estratégico. Durante las asambleas, las canciones, los cuentos o cualquier actividad grupal, es importante que el peque pueda ver claramente a quien habla. Lo ideal es situarlo cerca del adulto, con buena visibilidad del rostro y sin obstáculos visuales. También se puede ubicar en círculo o semicírculo con sus compañeros, para que no pierda el contacto visual con el grupo.
  • Usa el apoyo visual como recurso constante. Las imágenes, los gestos, los objetos reales, los pictogramas y los apoyos visuales en general son grandes aliados. No se trata solo de “entender mejor” lo que se dice, sino también de anticipar lo que ocurrirá, de sentirse orientado y de ganar autonomía. Por ejemplo, usar un horario visual con pictogramas o fotos de las actividades del día puede ayudar mucho a que el peque se ubique en la rutina sin necesidad de entender cada palabra.
  • Habla claro, de frente y con naturalidad. Cuando hables con un peque con pérdida auditiva, míralo a los ojos, no tapes tu boca con la mano, y asegúrate de que pueda ver bien tu rostro. No hace falta gritar ni exagerar los gestos: hablar de forma clara, con pausas y una entonación suave, es lo más efectivo. Evita hablar mientras estás de espaldas, caminando o desde lejos. Si hay algo importante que debe comprender, intenta acompañarlo con un gesto, una imagen o una palabra escrita.
  • Da tiempo para responder y participar. Algunas veces, estos peques necesitan más tiempo para procesar lo que han escuchado o para encontrar la forma de expresarse. Sé paciente, respeta sus silencios y no completes por ellos lo que están intentando decir. Darles ese tiempo es una manera de reconocer su derecho a participar.
  • Involucra al grupo como comunidad de apoyo. Promueve entre los demás peques una actitud inclusiva y respetuosa. A veces basta con explicar de forma sencilla: “Nuestro compañero no escucha bien, así que vamos a hablar despacito y mirándolo a la cara”. Fomentar la empatía, el cuidado y la colaboración fortalece no solo al peque con dificultades, sino al grupo entero.
  • Comunícate con las familias y el equipo de apoyo. Las familias conocen muy bien a sus hijos e hijas, y son una fuente de información valiosa. Preguntarles qué estrategias usan en casa, qué señales reconocen, cómo se comunican… puede ayudarte mucho. También es importante coordinar con logopedas, otorrinolaringólogos u otros profesionales que trabajen con el peque fuera del aula.

Acompañar a un peque con necesidades auditivas en el aula infantil es, ante todo, un acto de escucha activa. No solo de sonidos, sino de gestos, miradas, emociones. Es mirar más allá de lo que se oye, y abrir espacio a lo que se expresa de otras maneras. Con empatía, creatividad y un poco de flexibilidad, es posible construir un entorno donde ese peque —como todos— se sienta valorado, comprendido y feliz de estar en su aula.

Si os interesan los temas de adaptaciones curriculares…  os las explicamos en este artículo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

actividades infantil

 

¡Asómate a mi cole!

¿Tienes un proyecto educativo interesante? Estamos buscando colegios y/o docentes que realicen experiencias educativas innovadoras. Queremos contar vuestra historia para que la conozca mucha gente. ¿Nos la explicáis? Escribidnos a info@actividadesinfantil.com y nos pondremos en contacto con vosotros.

actividades infantil

¡Únete a nuestra gran familia!

Actividades Infantil

Muchas gracias por tu visita. Esperamos que la hayas disfrutado y que te haya sido de utilidad. Si tienes cualquier duda, sugerencia o propuesta no dudes en contactar con nosotros. Estaremos encantados de atenderte,

El equipo de Actividades Infantil

Contacto